La huelga del CTR amenaza toda la recogida de basura provincial

No hubo acuerdo. Habrá huelga. La mediación del Servicio de Relaciones Laborales (Serla) finalizó a mediodía de ayer sin acercamiento de posturas. Los 170 trabajadores de las plantas de transferencia y el Centro de Tratamiento de Residuos (CTR) están llamados a parar su actividad desde el 26 de septiembre hasta el 9 de octubre, San Froilán mediante, y con posibilidad de adoptar carácter indefinido si el conflicto se enquista por la falta de respuesta a su demanda de actualización salarial, congelada desde 2013.

Los operarios optan por esta medida de presión después de tres años del acuerdo por el que la Unión Temporal de Empresas (UTE) concesionaria, formada por FCC y Urbaser, y el consorcio de residuos Gersul se comprometían a la subida de salarios. Pese a que en Semana Santa ya abortaron la anterior convocatoria de paro, ahora los operarios no frenan las movilizaciones para intentar recuperar del poder adquisitivo de todos estos ejercicios, que ronda el 10% y supondría una partida de cerca de 1,7 millones de euros para su aplicación con carácter retroactivo.

Los trabajadores se encuentran en el fuego cruzado de la concesionaria y el consorcio. La UTE se ampara en que primero tiene que actualizarse el canon, que en la actualidad ronda los 17 millones de euros, para que con posterioridad puedan repercutirlo en las nóminas de los trabajadores.

La subida de los salarios, que se ajusta a la actualización recibida por los trabajadores públicos en este tiempo, hace que la recogida de basuras en toda la provincia quede en suspenso. Sin actividad en las plantas de transferencia, ni en el CTR, los camiones podrían quedar a las puertas y, por consiguiente, impedir que haya más recogida tanto en la capital como en el resto de municipios.