Infraestructuras
León concentra la mitad de los tramos de carreteras la Comunidad por concentración de accidentes
La red principal de Castilla y León presenta nueve tramos de concentración de accidentes
La red principal de carreteras de Castilla y León presenta nueve tramos de concentración de accidentes (TCA), tres en vías dependientes del Ministerio de Fomento, donde en el conjunto de España están identificados 136 tramos peligrosos, y el resto en carreteras de competencia autonómica.
León, con cuatro tramos, es la provincia con más ‘puntos negros’ por delante de Salamanca, con dos, mientras que en Valladolid, Ávila y Palencia se localizan uno en cada caso. Burgos, Zamora, Soria y Segovia están limpias de tramos peligros.
La catalogación como TCA se produce cuando el número de siniestros registrados en un tramo no superior a los tres kilómetros de longitud, alertan de que el nivel de riesgo es significativamente superior al de aquellos tramos de la red con características semejantes. Esto ocurre siempre que a lo largo de los tres últimos años se hayan registrado en ellos más de cinco accidentes con víctimas, en el caso de carreteras convencionales, o más de diez accidentes con víctimas en los pertenecientes a carreteras de gran capacidad.
Gráfico de las carreteras con más siniestros. ICAL
La rotonda de E.Leclerc, en el kilómetro 91 de la circunvalación SA-20, en Salamanca; el cruce de la N-403 con la AV-502 a la altura de los Toros de Guisando, en Ávila, y la zona de la Copona, en N-630 (León), son los tres ‘puntos negros’ de la Red Estatal de Carreteras en la Comunidad que encuentran entre los 136 tramos de concentración de accidentes (TCA) reconocidos por el Ministerio de Fomento.
En el caso de la rotonda de E.Leclerc, Tráfico lleva varios años implementando medidas en este punto negro que han paliado ligeramente los accidentes como la colocación de bandas sonoras o de un avisador de velocidad. Aún así, el Ministerio de Fomento, a través de una respuesta parlamentaria al grupo Ciudadanos el pasado mes de septiembre, confirmó que va a iniciar “a la mayor brevedad un estudio de posibles alternativas para una futura remodelación del diseño actual del nudo”.
Por su parte, en el cruce de los Toros de Guisando, en el límite de Ávila con la Comunidad de Madrid, se sigue esperando el cumplimiento del compromiso que hizo en marzo de 2017 en Ávila el entonces director general de Tráfico, Gregorio Serrano, cuando anunció la instalación de los denominados ‘cruces inteligentes en la confluencia de la N-403 con la carretera local AV-502, una de las vías más conflictivas de la provincia abulense.
Desde la Jefatura Provincial de Tráfico de Ávila, se ha confirmó que se continúa trabajando en la implementación de esta medida junto con el Ministerio de Fomento, titular de la vía y con cuya autorización hay que contar.
Mientra tanto, en el tramo de la Copona, entre los puntos kilométricos 137,6 y 138,2 de la N-630, además de reforzarse la señalización, tanto horizontal como vertical, entre la que destaca la instalación de paneles luminosos advirtiendo de la limitación de circular por este tramo a 80 kilómetros por hora, desde la Dirección General de Tráfico (DGT) se ha solicitado a la Demarcación de Carreteras la instalación de un radar de tramo.
En este punto se mantiene dentro de los tramos peligrosos, a pesar de que en 2011 el Ministerio de Fomento llevara a cabo la construcción de una rotonda en el cruce de la N-630 con la carretera a Carbajal de la Legua, en la que invirtió cerca de 300.000 euros.
En el caso de las carreteras de titularidad autonómica, el tramo con mayor siniestralidad se sitúa en Palencia, en la carretera CL-627, entre Cervera de Pisuerga y San Salvador de Cantamuda, a la altura del mirador de las Matas. En Valladolid, el ‘punto negro’ se sitúa en la carretera de Renedo, (VA-140), a la altura de la rotonda con la ronda VA-30, mientras que en Salamanca se encuentra en la SA-300, a la altura de las rotondas de acceso a la A-62-
El resto se encuentran en la provincia de León: en la CL-622, a la altura de Santovenia de la Valdoncilla; entre los kilómetros 5 y 7 de la CL-623, entre San Andrés de Ranabedo y Lorenza, en el cruce con la LE-5504, y en la LE-713, entre Fuentes Nuevas y Camponayara.
Fuentes de Consejería de Fomento indicaron a la Agencia Ical que además de medios propios, para reducir la siniestralidad en estos puntos se mantiene un convenio con la Dirección General de Tráfico para adoptar medidas.
Siniestralidad
A pesar de estos puntos, la evolución de la accidentalidad en la red estatal de Carreteras en Castilla y León ha descendido considerablemente en los últimos años. En el periodo (2014-2017) el número de accidentes con víctimas ha disminuido un 3,8 por ciento y el número de víctimas mortales un 17,1 por ciento, por lo que el riesgo de sufrir un accidente en las carreteras estatales (RCE) en Castilla y León se redujo un -9,3 por ciento ente entre 2014 y 2017 al pasar de un índice de peligrosidad -número de accidentes con víctimas que se registran por cada 100 millones de vehículos por kilómetro recorrido- de 7,5 en 2014 a 6,8 en 2017.
Así, según datos del Ministerio de Fomento, el riesgo de sufrir un accidente en las carreteras estatales de la Comunidad es un -27,6 por ciento inferior que en el conjunto de todas las carreteras de estatales, ya que éstas últimas presentaban un índice de peligrosidad de 9,4.