León creará un pequeño Ordoño II en un tramo de Álvaro López Núñez
Se elevará la calzada en la zona de los Maristas, se pintará y se bajará la velocidad a 10 por hora
En apenas 34 metros, el Ayuntamiento de León intentará trasladar el ejemplo de Ordoño II a la avenida Álvaro López Núñez. Aunque sin restringir la circulación como en el céntrico vial, la administración municipal aprovechará el paso de peatones que hay en las inmediaciones del colegio Maristas San José para levantar la calzada al nivel de las aceras desde el límite de las casas de los militares hasta superar el comienzo de la fachada del centro educativo, extender una capa de resina, pintar con un diseño de colores la superficie, reducir la velocidad máxima a tan sólo 10 kilómetros por hora y regularlo con todas las bendiciones que recoge el reglamento de circulación para las zonas de prioridad peatonal.
La idea toma como referencia los cebreados que conectan los jardines de La Chantría, en las calles Santos Olivera, Fray Luis de León y Señor de Bembibre, pero con el acabado de Ordoño II. Con esta mezcla, la intervención encuentra sustento en la fundación Bloomberg Philanthropies, que ha seleccionado la propuesta dentro de las acciones elegidas en Europa dentro de su programa Asphalt Art. La ayuda, concretada en una aportación económica de 22.987,87 euros, cubrirá buena parte del presupuesto del proyecto global, cuya adjudicación se prevé resolver en las próximas semanas para que, con dos meses de plazo de ejecución, esté listo como muy tarde para comienzos de próximo año.
El plan municipal se justifica por «la necesidad» de actuar en una vía con «una alta densidad de tráfico en ambos direcciones», que alcanza los 1.278 vehículos de media diaria. Para reforzar el argumento se recoge que el punto elegido se halla en un entorno «totalmente consolidado, con alta densidad de población residente», y en la confluencia de «un importante colegio con aproximadamente 1.200 alumnos», según se cita en la documentación.
La relación con el centro educativo se plasmará en la participación de los estudiantes como autores del diseño a ejecutar en la vía. El proyecto recoge que «un taller de alumnos del propio colegio, dirigido por su profesor Carlos Cuenllas, con amplia experiencia en acciones de diseño urbano», como las cercanas escaleras de San Esteban , «y asesorado por técnicos municipales de las áreas de movilidad y tráfico, ofrecerá diferentes alternativas». Como resultado se elegirán las formas y los colores que se plasmarán sobre la superficie con el objetivo de «definir un espacio peatonal seguro, donde el vehículo perciba realmente la responsabilidad del espacio compartido con el peatón».
Los pliegos de condiciones marcan que la empresa adjudicataria tendrá que «elevar el vial a plataforma única», en el entorno del colegio de los Maristas San José, donde el paso de peatones de 5 metros pasará a contar con 34, «colocar dos capas de resina, más resistente al tráfico que la aplicación de pintura acrílica, y pintar» la superficie. Con estas guías, el documento explica que «se mantienen para este vial los carriles y sentidos actuales de circulación para vehículos a motor», aunque con la regulación de «una velocidad máxima de circulación de 10 kilómetros por hora para todos los vehículos y la preferencia absoluta para el peatón en todo su ámbito», como sucede en el casco histórico de la capital leonesa.