León pagará una auditoría sobre el riesgo del arbolado
El Ayuntamiento licita el contrato con una factura de 67.493,56 €
Si antes le tocó a la limpieza y recogida de basura, ahora el equipo de gobierno del Ayuntamiento de León opta por acudir al asesoramiento externo para que realice un análisis del estado en el que se encuentra el arbolado del municipio. La factura parte con un presupuesto base de licitación de 67.493,56 euros, un poco inferior a los 85.000 euros dispuestos para la auditoría que marque el camino de arreglo de la imagen de mugre de la ciudad, y la adjudicataria tendrá que entregar el trabajo en un plazo de seis meses.
La empresa especializada deberá entregar el «análisis pormenorizado» de los cerca de 28.000 árboles que tiene censados el Ayuntamiento de León no sólo en sus casi dos millones de metros cuadrados de zonas verdes, sino también en sus calles, donde se acrecienta el peligro de que puedan caer sobre los viandantes. Su trabajo «reforzará los controles continuados que se realizan desde el servicio de Espacios Verdes», anunciaron desde el consistorio.
La adjudicataria deberá hacer una «evaluación del riesgo del arbolado urbano del municipio de León», como expusieron desde el equipo de gobierno de José Antonio Diez. Su finalidad es «minimizar el riesgo de la población ante colapsos de árboles o caídas de ramas», como sucedió en noviembre del pasado año, cuando la precipitación de uno de los chopos del paseo de Sáenz de Miera que había paralelos a la valla de la piscina estuvo a punto de aplastar a un chófer de Alsa que entraba a trabajar.
Con el estudio, la administración municipal contará con una herramienta que «evalúe el riesgo potencial para los leoneses del arbolado urbano que pueda ser peligroso, bien por su estado senescente o bien porque presente patologías diversas, ya que una de las características del patrimonio arbóreo del Ayuntamiento de León es su elevada edad», reseñaron desde el equipo de gobierno socialista.
El documento avalará además las eliminaciones potenciales de los ejemplares que se encuentren en peor estado, como sucedió en el paseo de Sáenz de Miera, donde se retiraron todos los chopos que hacía de escolta a la piscina municipal. Su validez servirá además para hacer frente a las polémicas que han surgido en los últimos meses por las talas hechas en zonas como el colegio de las Anejas, el Polígono 58 o San Mamés que, desde colectivos ecologistas, consideran indiscriminadas.