Transportes
León pierde la mitad de trenes mercantes en cuatro años y en pleno declive del noroeste
El número de unidades tratadas en las terminales de transporte se desploma sin solución ni respuesta institucional
Los datos ya no disimulan el descalabro en la actividad mercante que se mueve a través del ferrocarril, que en León resulta exagerado en los últimos cuatro años. El número de trenes de mercancías tratados en las dependencias y terminales ferroviarias se ha reducido a la mitad con respecto al volumen que podía mostrar en 2016.
El propio Ministerio de Transportes corrobora con sus estadísticas estas cifras de declive, que envuelven a León en mitad de un escenario de pérdida de competitividad por la falta de inversión en estructuras, y el repliegue de movimiento económico que sufre el noroeste y su trasiego a favor de otras zonas del territorio español. Al centro y el mediterráneo, principalmente, según se puede observar en el registro que desglosa el informe ministerial.
La peor previsión
Los números acaban por dar la razón, así, a los colectivos sociales y económicos que desde hace años apuran al Gobierno de España para que ponga al día el soporte estructural por el que corren los tren de mercancías; este descuido se ofrece como causa de la pérdida de la mitad del movimiento; aunque habrá otras de carácter coyuntural, para que de los casi ocho mil quinientos trenes cargueros tratados en las terminales de Adif en León se haya pasado a las poco más de cuatro mil quinientas; entre una cifra y otra median cuatro ejercicios completos, hasta la última anualidad analizada por el Ministerio de Transportes, con las cifras como testigo de cargo en este proceso de merma y adelgazamiento del sector ferroviario en León.
Las dos Españas
Lo que lleva, lo que trae y lo que transita. También corroborado por la aportación que arroja el parámetro de las unidades de transporte intermodal en las instalaciones leonesas de mercancía ferroviaria; aunque se sostiene en los tres últimos años en torno a la media de tres millones y medio de toneladas, la diferencia en la balanza con territorios más beneficiados por la inversión y mejor posicionados para competir, por tanto, es abismal. Burgos, por ejemplo, cuadriplica el volumen de los registros ofrecidos en las terminales leonesas bajo este concepto de la intermodalidad.
Entre las variables que ofrece Transportes, no deja de destacar el detalle del progresivo traslado y desplazamiento de actividad mercante desde León, como puerta del noroeste, parada y fonda, hacia el centro de la península; en la permuta, las cifras que exhibía León en 2016 son las que muestra el cierre del último ejercicio Valladolid; la resta no se ha compensado de otra forma.
El observatorio del Ministerio de Transporte ofrece otros detalles de énfasis sobre el repertorio de pérdida de actividad en torno a la mercancía ferroviaria, con el noroeste en medio de un clamor por recibir en forma de inversión en estructura de comunicaciones lo que le corresponde de forma proporcional a la dimensión del territorio. En este tiempo de cómputo, que coincide en el calendario con el de mayor reivindicación de la voz del noroeste, León perdió dos de las tres plataformas o terminales de transporte ferroviario de mercancías.
Son referencias concretas de una situación genérica que requiere de una inversión total de tendencia si se quiere atender a las directrices europeas sobre logística y movimiento de mercancías; el operador público, Renfe, cedió tres puntos en el mercado global, a favor de las empresas privadas, que ya se acerca a una cuota del 40% del total del movimiento en el mercado nacional; la economía que cabalga a lomos del ferrocarril.