León prohibirá la apertura de locales de hostelería en el barrio Romántico

No habrá más. Ni discotecas, ni pubs, ni cafés, ni siquiera bares que camuflan su actividad con licencias de restaurantes. El estudio técnico elaborado por el Laboratorio de Acústica Aplicada de la Universidad de León avala la ampliación de la Zona Acústicamente Saturada (ZAS) para que sus restricciones abarquen al barrio Romántico. La propuesta, que ahora deberá ser ratificada por la mesa del ruido que se reunirá mañana, hace que la mancha se extienda a las calles Cervantes, Dámaso Merino, Ordoño IV, Recoletas, López Castrillón, plaza de Torres de Omaña, el Cid en los números comprendidos entre el 10 y el 16 y la Ancha en el tramo que abarca los portales del 12 al 20; además, en el entorno de la plaza del Conde Luna, se incluirán El Paso y la Rinconada de Conde Rebolledo en esta catalogación que prohíbe la concesión de nuevas licencias para estas actividades, así como la ampliación de los locales existentes en la actualidad.

El avance de la delimitación hacia el norte del casco histórico tiene como consecuencia directa el desplazamiento de la Zona de Respeto, que por normativa tiene que comprender una franja de un ancho mínimo de 50 metros alrededor de la ZAS. Este criterio conlleva que se vean afectada la parte que quedaba del Cid, la plaza de San Isidoro y las calles Descalzos, el corral de San Guisán, Serranos y San Pelayo. En todo este área, la ordenanza establece que sólo podrán abrirse o ampliar su superficie los restaurantes, una treta utilizada estos años en el Romántico, donde se han expedido licencias para establecimientos que presentaban en su solicitud que la barra era menor de 20 metros y no superaba el 20% del total del local, aunque al final han terminado por ser utilizados como bar. Ahora, sólo cabrá la opción de abrir bares si hay una distancia de más de 25 metros con el más cercano, que es la norma que se quitó en el resto de la ciudad, donde únicamente rige para los casos de las discotecas.

La redefinición del mapa afectará no sólo al endurecimiento de la reglamentación en algunas calles, sino que se rebajará en otras. Los niveles detectados hacen que los técnicos propongan que pasen de ZAS a Zona de Respeto Azabachería, Cascalerías, Murias de Paredes y el tramo de la Ancha que va desde el cruce con Varillas hasta el entronque con la plaza de Regla.

Tanto la ampliación de la ZAS como la rebaja a Zona de Respeto de algunas calles se sustenta en el resultado del estudio realizadas por los profesionales del Laboratorio de Acústica Aplicada de la Universidad de León. Las mediciones, tomadas en 26 puntos diferentes del casco histórico gracias a la colaboración de los vecinos que cedieron su casa para instalar los aparatos, reflejan que en todos los casos en los que se ha optado por endurecer la reglamentación se cumplen los parámetros exigidos por la ley: la superación de los «65 decibelios durante los dos días de evaluación, de dos semanas distintas, con menos de 15 días entre medias».

El trabajo refleja cómo desde la creación de la ZAS, que entró en vigor en noviembre de 2007, han aumentado los niveles de ruido en la zona del Conde. En este entorno, se pone el foco sobre la persistencia de las molestias en la calle Cervantes, Torres de Omaña y el tramo del Cid que va desde el número 10 al 16 debido a la proliferación de locales de hostelería dedicados al tapeo, que ocasionan los mayores niveles a primera hora de la noche. Pese a esta incidencia, los mayores registros se dan en la zona sur con Caño Badillo, La Paloma, Pozo, Varillas, Platerías y Cardiles, donde la persistencia de la problemática se da hasta las 05.00 horas de la madrugada, no tanto por los locales, que cumple en su inmensa mayoría con la insonorización, sino por la permanencia y el tránsito en la calle de las personas que disfrutan del ocio nocturno.