La mala gestión y promoción del turismo lastran a la capital leonesa como destino urbano

La promoción y la gestión del sector turístico son, junto con la profesionalización y el impacto económico que produce en la ciudad, los elementos peor valorados de la actividad turística leonesa. También el dinamismo empresarial y la cualificación de la oferta de alojamiento y restauración, así como la dotación en restauración de categoría alta.

El posicionamiento de la oferta lúdica y la propia «reputación interna de la ciudad» son factores que tampoco juegan a favor de la evolución del turismo como motor económico local; a pesar de que la gastronomía sigue siendo uno de sus principales atractivos, como la percepción de capital limpia y segura, fácilmente accesible con el AVE.

León es la última de las 22 ciudades seleccionadas como con mayor potencial para el turismo urbano del ránking elaborado por Exceltur (la asociación sin ánimo de lucro formada por las principales empresas de toda la cadena de valor del sector) en el informe Monitor de Competitividad Turística de los Destinos Urbanos Españoles .

Sobre todo lo preocupante es que en los últimos seis años no ha logrado avances significativos en los principales factores de competitividad en un segmento turístico que ya venía creciendo con fuerza antes de la pandemia, y se ha consolidado después. Tampoco a pesar del impulso que recibió con la comunicación por alta velocidad con Madrid.

En el período analizado no ha variado su capacidad de atracción de la oferta de turismo de ocio y tampoco la de productos de negocio; aunque sí ha avanzado en accesibilidad y movilidad, así como en gestión estratégica. En cambio, ha retrocedido en competitividad del entorno urbano y la vida local, y en el retorno económico y social que el turismo aporta a la ciudad.

A la cola

Dentro del ránking de 22 ciudades que se consideran mejor posicionadas en el turismo urbano aparecen de la Comunidad, junto a León, Valladolid, Salamanca y Burgos, todas ellas mejor posicionadas. En el caso de la capital leonesa ocupa el último puesto por ejemplo en el posicionamiento de productos de turismo lúdico, incluido el turismo de compras; y también se sitúa a la cola de ciudades a las que acuden visitantes de alto gasto en este segmento, aunque ha mejorado algo desde 2016.

En los últimos años ha perdido fuerza la oferta de turismo familiar , junto con el de grandes eventos y también el de fiestas de interés turístico, uno de los fuertes locales. Se celebran menos eventos musicales importantes y también deportivos y culturales.

El turismo de negocios es uno de los nichos en los que la capital lucha por posicionarse en los últimos años, y ha mejorado su propuesta, aunque está lejos de ser uno de sus principales potenciales. Mejora la actividad de ferias y congresos, y la cualificación de la oferta de alojamientos y restauración, aunque hay déficit en la dotación de hoteles y restauración de alta categoría.

La ciudad ha perdido también atractivo en los espacios públicos para turistas; y la frecuencia de trenes de alta gama pierde también atractivo en los últimos años.

La gestión estratégica del sector deja también que desear a nivel municipal, no está mal posicionada en el conjunto de ciudades pero pierde impulso. En todo caso falta pulso en la promoción en redes sociales y nuevas herramientas de gestión del destino turístico, en las que se sitúa a la cola del ránking realizado por el sector.