PARROQUIAS ■ EL RELEVO
Manuel Fláker, director espiritual de los Kikos, se hace cargo de la iglesia del Mercado
Relevo en la iglesia tras la muerte de don Enrique, el carismático párroco del barrio
Manuel Fláker se hará cargo de la parroquia de Nuestra Señora del Mercado como administrador, en sustitución del fallecido Enrique García Centeno, don Enrique, con lo que se materializa la unidad pastoral del Mercado y San Martín. Fláker, que es rector del Seminario Redemptoris Mater Virgen del Camino, lidera también el movimiento neocatecumenal de los Kikos y encabeza las ocho comunidades que se reúnen.
El movimiento neocatecumenal se nutre en León de ocho comunidades que tienen como lugares de reunión en familia las iglesias del Mercado y San Martín. Flaker es fruto del movimiento neucatecumenal de la parroquia del Mercado, en el que entró hace 33 años. «Todos los años, en septiembre, hay una convivencia internacional en Roma donde se sortean los destinos misioneros de los seminaristas. Yo fui con 23 años y soy fruto de ese sorteo en el que participan 300 aspirantes. Me tocó Medellín (Colombia) donde pasé 13 años. Yo soy presbítero en Medellín», relató hace unos días Fláker al Diario de León.
Flaker Labanda subrayó también el esfuerzo en crear una comunidad cristiana que se abre camino en la Iglesia a cambio de desmontar todo lo anterior. «La sociedad de cristiandad ha desaparecido. Antes todo el mundo era cristiano. Era un modelo medieval y renacentista, pero eso no significa que fuera el adecuado. Jesucristo no ha concebido así a la Iglesia, una Iglesia en la que todos estén dentro. El nuevo espíritu es de luz, sal y fomento; apoyar e iluminar. Anunciar el Evangelio. No se conoce bien esta Iglesia, la única institución que ha hecho autocrítica hace 50 años. La Iglesia está en función de cómo es el mundo, está al servicio de la sociedad», aseguró.
«Para venir aquí hay que dejar las redes». Santos Flaker utilizó este símil evangélico para definir la abdicación de una vida y dedicarse a una experiencia «en la que se valora la capacidad de entrega y obediencia».
«Seguir a Jesucristo no es no tener nada que hacer» —dice Flaker— «aquí tenemos abogados, con estudios de arquitectura, administradores de empresas. Venir aquí no es huir del mundo. Esto significa una renuncia a un proyecto de vida, implica una lucha».