La movilización del oeste el 4-N no logra ablandar al Gobierno con la Ruta de la Plata
La inclusión del ferrocarril entre Astorga y Plasencia en la red básica ampliada no está en la agenda de Europa
Tramo de la ruta de la Plata en las inmediaciones de La Bañeza. RAMIRO
La protesta coral del oeste español para recuperar la Ruta de la Plata de forma inmediata no bastó para ablandar la sensibilidad del Gobierno con esta periferia que recorre la España pobre de norte a sur. El 4-N sacó a cientos de colectivos sociales y económicos, vecinales, incluso a partidos políticos a las plazas del poniente peninsular, a exigir que la vía del tren de la Ruta de la Plata fuera incluida en el mapa ferroviario de la red básica ampliada, que tenía previsto definirse en la reunión de ayer en Bruselas, con motivo del desarrollo de la Red Transeuropea de Transporte (TEN-T), que ampara los corredores ferroviarios establecidos por la Unión Europea.
El 4-N no bastó para ablandar el corazón del Gobierno con las demandas del oeste español, ni el 14-N sirvió para rescatar del olvido a la Ruta de la Plata, ni sacarla del procedimiento de parsimonia administrativa con la que se trata su recuperación, luego de casi cuarenta años liquidada y fuera de servicio.
La red básica ampliada de la Red Transeuropea de Transporte, tenía en agenda una modificación prevista esta semana. Y la urgencia para la admisión de la Ruta de la Plata está justificada por la necesidad de acotar los plazos dilatados que soportaría de otra forma la rehabilitación del servicio ferroviario en la línea, hasta más allá de 2050 . Con la inclusión en la red ampliada, los trámites acercan el horizonte de la ejecución a 2030, veinte años menos, que suponen algo más que un impulso para las aspiraciones de resucitar a una traza que aniquiló el Gobierno de Felipe González en 1985.
Mientras se asiste a otro episodio de argumentos estancados en el despliegue de acciones para devolver el tren a la Ruta de la Plata , el estudio licitado por el Gobierno para determinar la viabilidad de la estructura es foco de polémica por considerarse una herramienta de disculpa ante la dilación de procedimientos. Dos años de plazo para ajustar las conclusiones del estudio se toman como disculpa encubierta para no atender el caso con la inmediatez que precisa el territorio al que viene a atender.
Cada vez son más las voces que el estudio no se limite a los criterios económicos, como en 1985, y lo haga también a las cuestiones sociales, medioambientales y territoriales de un espacio que entre Astorga y Plasencia es un erial desde que cerraron el tren.
