Pablo y Sara alientan nuevos sueños en la Universidad: el techo de León es ya el espacio
En la Universidad de León no se habla de otra cosa. Sus dos ex alumnos que han logrado entrar en la carrera espacial son el centro de conversación en todos los pasillos, tanto de alumnos como de profesores.
No hay otro tema de conversación. Pablo Álvarez y Sara García son los protagonistas de esta jornada lluviosa en el Campus de Vegazana de la Universidad de León, donde, además, no han dejado de desfilar medios de comunicación de toda naturaleza. Los universitarios están abrumados tanto por el protagonismo que han cobrado como por formar parte de una comunidad universitaria que está en boca de todos, más allá incluso de las fronteras nacionales.
"Somos importantes", comentan en el vestíbulo de la Escuela de Ingenierías Industriales, Informática y Aeroespaciales ante el desfile de cámaras y cuadernos al terminar la rueda de prensa que dio el rector, Juan Francisco García Marín, a primera hora de la mañana junto con los responsables de los dos centros en cuyas aulas habían estudiado Pablo y Sara , Industriales y Biológicas.
"Esto repercutirá en la Universidad y en la nota de corte, que va subir", señalan los alumnos de primero de Biotecnología, grado que estudió Sara, conscientes de que ellos ya han tenido que sacar más de un 12 para poder estudiar este título tan demandado. Entre la clase en la que estudian Lucía Llamazares Tascón, Soraya Álvarez Ramos y los gallegos Paula Bello y Antonio Quintela surge el debate de qué iba a hacer una biotecnóloga como ellos en el espacio. "Todas las ramas de la ciencia se tocan y la ciencia es la ciencia. Además, en la estación espacial están haciendo invernaderos en los que se cultivan plantas para ver cómo crecen allí", dice el coruñés, quien además avanza su gran interés por esta materia y que fue uno de los motivos que le llevó a escoger Biotecnología: cultivar en el espacio.
En el Edificio Darwin, donde los alumnos de Biotecnología tienen la mayor parte de sus clases, los estudiantes señalan que el logró conseguido por su predecesora. "Es una esperanza para todos, alguien que ha estudiado lo mismo que tú y que haya sido seleccionada por la Agencia Espacial Europea te hace pensar que también puedes llegar tan lejos", comentan los alumnos de segundo curso de Biotecnología tras un parón en la clase de Genética.
En la Escuela de Ingenierías apuntan también alto. Son muy conscientes de la lucha en la que está metida León para conseguir ser la sede de la Agencia Espacial Española y ven el logro de Pablo Álvarez como un punto a favor. "A ver si esto nos ayuda a conseguir a que la sede venga para León, porque no todo debe estar en las grandes ciudades. Se ha demostrado, con el hecho de que los dos sean de León, la capacidad que tenemos", indica Alba Fornieles a la puerta de su escuela junto con la avilesina Paula Carballo. Ambas son estudiantes de Ingeniería Aeronáutica, igual que el astronauta leonés, y están en cuarto curso: "Para nosotros recibir esta noticia nos da un empujón para acabar el grado de la mejor forma posible y tener sueños para trabajar más allá de los despachos".
Con ellas está la la profesora de Expresión Gráfica Rebeca Martínez, amiga de Pablo Álvarez: "Es un tío normal, un currante, perseverante y tenaz e ir al espacio era su sueño. Él es un espejo par todos estos universitarios, porque León tiene buena cuna, excelentes profesores, excelente universidad y una buenísima materia prima, que son los alumnos".