El pesimismo inunda Trobajo tras la reunión de San Andrés y Adif

El pesimismo sobre el futuro con el tren recorre desde anoche la sensación de los vecinos de Trobajo de Camino , que esperaron en vano novedades positivas sobre el conflicto con Adif, el soterramiento , la brecha, los saltos elevados y la pasarela. Un año de batalla, tres de oposición y veinte de espera que no es capaz de saldar una reunión al más alto nivel entre la alcaldesa de San Andrés y la presidenta de Adif. 

María Luisa Domínguez recibió ayer a Camino Cabañas. Sin novedad y sin respuesta, ni por la parte municipal ni por la del administrador ferroviario, que ni siquiera se llegó a prestar a comentar los detalles del contenido de la cita.

Ese silencio atronador agota cualquier dosis de esperanza que albergaba la plataforma vecinal que pelea en la calla para lograr darle la vuelta la situación a esta costra de tercermundismo que define las estructuras ferroviarias en San Andrés del Rabanedo, a base de puentes de mitad del siglo pasado y pasarelas de la época de Alfonso XIII, tal y como se encargados de glosar los miembros de la plataforma vecinal que quiere el tren bajo losa.

La reunión de ayer se elevó como una golpe de aliento en mitad de años de desierto y conformidad, que contó con el aval y el silencio cómplice de los partidos políticos, que hasta hace pocos meses o semanas no han llegado a girar para reclamar, tal y como manifiestan los vecinos, que Adif replantee ese sistema de permeabilidad que se expresa a través de puentes, vallas, y alambradas que perimetran el pasillo que genera el gueto y la ciudad de dos velocidades, a uno y otro lado de las vías.

Hasta ayer, que la reunión de Adif y el Ayuntamiento de San Andrés inauguró otra época en el pulso entre administraciones,  dominada por la coletilla recurrente de que fue el PP el que en 2014 renunció o descartó el plan de soterrar el tren en Trobajo.

Algunas voces críticas en la localidad, entre los afectado sobre todo, se  comienza ya poner otro reloj para medir la cuentas pendientes y se recuerda que el Gobierno que niega el soterramiento a la localidad lleva cuatro años en el poder, y que, además,  corona el agravio con León al aprobar medidas similares con desembolsos millonarios en Montcada, en Langreo, en Almería o en Valencia.

La próxima acometida que se prepara es en Valladolid, en una operación que ya forma parte de la secuencia de debate en el seno parlamentario de las Cortes autonómicas, mientras  el empeño de Trobajo por desprenderse de la presión de las vías en superficie no llega ni a interesar más que a un puñado de políticos locales; y miles de  habitantes y usuarios de viales que condicionan el desarrollo y avance social y económico del entorno.

Trobajo del Camino puso en la reunión de ayer tarde en las oficinas centrales de Adif casi todos los recursos que tiene a mano para defenderse de la disparidad de criterios que mantiene el Gobierno para liberar a las ciudades leonesas de la presión del tren.

La cita entre administraciones que se suspendió en primavera que recuperó en septiembre, después de que el ruido y la protesta social de Trobajo haya  logrado abrir un hueco en  la firmeza de las determinaciones que tomaba el administrador ferroviario en este territorio, sin respuesta vecinal, con el parabién de los políticos.

Esa respuesta inesperada fue el germen de esta cita de ayer en Madrid entre el Ayuntamiento de San Andrés y la dirección de Adif, que tenía previsto en el calendario de avance de la alta velocidad hacia Asturias demoler el puente de la N-120 y levantar otro más alto y ancho, para ampliar la sombra en Párroco Pablo Díez.

Completó la idea con la pasarela azul, que enciende los ánimos de los vecinos de la zona.  Los grupos políticos municipales también esperaban anoche novedades sobre el encargo  que dieron para soterrar el tren en Trobajo.