El plan de Renfe Mercancías toca a 35 maquinistas en León

El proceso de selección de un socio estratégico para controlar el 50% de Renfe Mercancías tiene varios efectos en León; el más destacado, en la parte laboral, afecta a 35 maquinistas de la base ferroviaria de la capital leonesa, vinculados a la sección de mercantes, en vísperas de que se precipite un cambio radical.

Tanto que, lo que algunos sindicatos del sector definen como una privatización encubierta, se aproxima a una resolución en plan subasta, con tres sociedades aspirantes a convertirse en la mitad de una nueva sociedad que dará impulso logístico a la actividad de transporte del operador público. El personal formará parte de esa nueva sociedad, aunque se dote de prioridad a los maquinistas y otros empleados que ahora prestan servicio en Renfe Mercancías, aunque con las condiciones de la nueva compañía. A esos profesionales, la sociedad resultante de la unión de capital les ofrecerá la incorporación, aunque estos dispondrá de un periodo sin determinar para la solicitud de ingreso.

Estas conclusiones se derivan de la información que facilitó Renfe a los sindicatos representados en los diferentes comités afectados por las nuevas condiciones societarias en fechas recientes, en una reunión en la que dejó claro que no habrá marcha atrás en esta integración de gestión con una empresa del ámbito logístico. La cuenta de resultados de la compañía pública reduce al máximo cualquier tipo de alternativas a ésta, que ya ha puesto en pie de guerra a las organizaciones sindicales ferroviarias.

En las nuevas condiciones se establece externalización de cargas de trabajo al socio, o transferencia de recursos, materiales también, además del trasvase de plantilla que tanto inquieta ya en las bases laborales.

Algunos sindicatos, de peso en la compañía, como Semaf, definen este tinglado como una «privatización encubierta» de los tráficos que ahora opera la compañía, con la excusa de buscar una rentabilidad para la sociedad pública.

Desde la representación sindical se advierte de un cambio de condiciones laborales en todo el grupo Renfe, además de las vías para el que quiera acceder a él. Los planes, ofertas pública, proceso de movilidad, desvinculaciones, el modelo retributivo y otros acuerdos en vigor en el grupo tiemblan ahora como flanes, según valora Semaf, claramente disconforme con la estrategia de sumar un socio a Renfe Mercancías, que ve como un peligro para la desaparición de esta empresa, aparejada a la cesión de nuevos tráficos ferroviarios en favor de otras empresas ferroviarias o los movimientos por carretera.

La oposición sindical parece causa suficiente para que el consejo de administración de Renfe no haya aprobado ya la creación de este nuevo modelo.

«La solución es un modelo viable único basado en buscar un socio estratégico que palíe los déficits de la empresa pública a la hora de prestar servicios a los que no llega, por ejemplo en el caso del transporte de última milla», analiza Semaf en un documento, en el que advierte de que las relaciones en la negociación no se han trasladado a un crecimiento de las circulaciones, ni frenó la apuesta de un proceso que daría la vuelta a la estructura actual de este grupo operativo ferroviario.