El precio de los alimentos se contiene, pero el del turismo sigue disparado
La inflación en la provincia se sitúa ya por debajo de las medias nacional y autonómica
Los precios subieron en León en agosto un 0,6%, lo que deja el incremento en los últimos doce meses, por debajo de los índices autonómico (2,4%) y nacional (2,6%). La inflación se estabiliza así en la provincia, que durante meses lideró el encarecimiento del coste de la vida a nivel nacional, en los momentos más difíciles del Índice de Precios al Consumo (IPC) disparado.
El mes pasado en la provincia el precio de los alimentos se redujo un 0,6%, con lo que desde el verano pasado suman un aumento del 10,6%; mientras las bebidas han incrementado su coste alrededor del 10%. Las alcohólicas continuaron su escalada el mes pasado en un 3,2%.
En todo caso el mayor encarecimiento en las últimas semanas sigue centrándose en los sectores relacionados con el turismo: los vehículos y el transporte por el incremento del precio de los combustibles, y sobre todo los paquetes turísticos (que sólo desde enero se han encarecido un 32,9%) y los servicios de alojamiento (un 18,7% más caros en la provincia que en enero).
A pesar del repunte del verano, los precios de la electricidad y los combustibles son hoy un 35% más baratos que hace un año.
Aceite y azúcar
El aceite de oliva se ha situado a la cabeza de los alimentos que más se han encarecido en el último año, tras aumentar su precio un 52,5 % anual en agosto, seguido del azúcar, que se vende un 42,5 % más caro.
Los últimos datos desagregados del IPC muestran la tendencia alcista del aceite de oliva, en contraposición con los demás aceites comestibles, que se han abaratado el 33,9 % en el último año.
La escasa cosecha de la campaña actual, que ha caído a la mitad respecto a la anterior recogida por efecto de la sequía, y las malas perspectivas para la próxima explican la subida del precio en origen del aceite de oliva, con el virgen extra por encima de los 8 euros por litro, mientras que en los supermercados ya supera los 10 euros.
Solo en un mes, entre julio y agosto, el aceite de oliva se encareció el 8,7 %, más que ningún otro alimento, y en los ocho primeros meses del año acumula una subida del 25,9 %. Por el contrario, los otros aceites comestibles han experimentado unas caídas del 3,4 % respecto a julio y del 26,6 % entre enero y agosto en comparación con el mismo periodo de 2022, en línea con la evolución de los precios internacionales. Superado el efecto de la guerra en Ucrania, los precios mundiales de aceites vegetales como el girasol han bajado en el último mes por la abundancia de suministros.