León ■ Educación
El Procurador Común pide a la Junta que los alumnos con dislexia tengan un trato propio en los colegios
En León hay 1.135 alumnos que tienen dificultades de lectura, escritura, matemáticas o lectoescritura
El Procurador del Común ha recomendado a la Consejería de Educación que la dislexia tenga un trato propio en los colegios de la Comunidad, para detectar de forma precoz este trastorno de aprendizaje y atender a los alumnos que lo tengan adaptando desde el modelo de evaluación al trato a estos escolares.
Se trata de una actuación de oficio del Procurador del Común, que es el defensor del pueblo autonómico, para abordar el problema de los alumnos que tienen dislexia en la Comunidad, un trastorno que la Organización Mundial de la Salud considera una enfermedad y de la que la Consejería no tiene datos sobre cuantos escolares están diagnosticados.
El Procurador del Común, de acuerdo a la actuación facilitada hoy a los medios, ha pedido que se considere este trastorno como una tipología específica diferenciada de otras dificultades de aprendizaje que, con datos que pueden incluir casos de dislexia, afectan en conjunto a 5.734 alumnos en la Comunidad, de acuerdo a los datos facilitados por la Consejería al defensor autonómico.
Por provincias
La tabla de alumnos con atención a la diversidad (ATDI) recoge 468 alumnos con dificultades de lectura, con 260 de escritura, 363 de matemáticas y 4.643 de lectoescritura; y por provincias en Ávila son 441 los alumnos dentro de la ATDI, con 604 en Burgos, 1.135 en León, 495 en Palencia, 689 en Salamanca, 475 en Segovia, 167 en Soria, 1.199 en Valladolid y 529 en Zamora.
"Se estima que los datos de alumnos con dislexia son significativos", de acuerdo a las reivindicaciones del colectivo afectado, que reclama "compresión de las dificultades que presenta su problemática y, en consideración a la misma, las adaptaciones que requiere el proceso de enseñanza y aprendizaje, en especial en los aspectos relativos a la evaluación".
Se plantea, en este sentido desde el Procurador, "un diagnóstico inicial del trastorno, para lo que sería efectiva una guía o protocolo en el que, por ejemplo, a través de una tabla de indicadores de alerta, se llegara a una detección del problema lo más tempranamente posible en el entorno educativo, sin perjuicio de las aportaciones que en dicho sentido pudieran venir dadas a través de agentes externos".
Y una vez detectado, "medidas específicas acordes con sus necesidades", con adaptación de los tiempos para realizar exámenes, la adaptación de los modelos de los exámenes, en cuanto a tipo y tamaño de la fuente del texto del examen o permitir el uso de hojas en blanco adicionales, la adaptación de la evaluación a través de pruebas orales, escritas, tipo test, o proporcionar la lectura de los enunciados de las preguntas de los exámenes o el uso de aulas separadas para la realización de exámenes.
A esto debe sumarse "la comprensión de la problemática que presenta el alumno día a día en el marco del proceso de enseñanza y aprendizaje, por ejemplo, cuando tiene que leer en presencia del resto de los alumnos de su clase", ha reflexionado el Procurador.
Aunque no existen en la Comunidad instrumentos genéricos para detectar los casos de dislexia y medidas al respecto, en especial en su evaluación, el Procurador ha explicado que la Consejería, en respuesta al informe que le ha remitido, le ha anunciado el inicio de un protocolo específico para la detección temprana de la lectoescritura para el próximo curso escolar.
Además, la Consejería se ha referido a las acciones formativas que hay para el profesorado para comprender la especificidad de algunas dificultades de aprendizaje, aunque "no se concreta" si hay formación específica sobre la dislexia, ha apuntado el defensor del pueblo autonómico.