¿Por qué la operación se llamó ‘Púnica’?
La Fiscalía Anticorrupción destapó este escándalo a raíz de una sorprendente, por inesperada, confidencia suiza en la Nochebuena de 2013. Sin que ninguna autoridad judicial lo pidiera, la fiscalía del país helvético remitió a sus colegas españoles información sobre una sospecha de «delito agravado de blanqueo de capitales» en relación con los ahorros que Francisco Granados y su amigo el constructor David Marjaliza ocultaban en un banco de ese país.
La fiscalía suiza llegó al político del PP por su pasado. Granados estaba señalado en España por el escándalo de la supuesta trama de espionaje político financiada en 2008 con fondos públicos de la consejería de Interior de la Comunidad de Madrid.
Era el consejero de Interior y controlaba el supuesto aparato de espionaje, integrado por tres guardias civiles a los que había fichado personalmente como asesores de seguridad. Con Marjaliza trabajaba De Pedro, que extendió la red a León. En una prueba de que los fines económicos eran lo primordial, llegó a apoyarse supuestamente en un alcalde socialista para dirigir las operaciones de mejora de la reputación de Barazón en el seno del Partido Popular
Como es habitual en este tipo de operaciones desde la Guardia Civil o el Juzgado de Instrucción se elige un nombre singular que tiene significado para los investigadores pero no para personas ajenas.
En este caso se escogió ‘Púnica’, que es la primera de la dos palabras con las que se denomina científicamente al árbol del granado. ‘Púnica Granatum’.
Granados lideró esta red de tráfico de influencias. Según el juez, era el que «engrasaba el funcionamiento de la red mediante sus contactos políticos». En el transcurso de la investigación hemos conocido cómo vivió ‘a cuerpo de rey’ gracias a los regalos que le hicieron constructores y adjudicatarios de concesiones públicas, ya desde su época de alcalde de Valdemoro». La pieza central tardará más en llegar a sala.