TRIBUNALES
Una red de narcotraficantes leoneses pacta evitar la cárcel para siete de sus diez integrantes
De los otros tres, uno solicita no ser imputable por sus condiciones mentales y otros dos rechazan ser juzgados hasta que no se determine si los forenses dan por enfermo al de salud dudosa
Una banda de narcotraficantes leoneses que debía de ser juzgada esta mañana en la Audiencia provincial ha alcanzado un acuerdo de conformidad con el Ministerio Fiscal por el que siete de sus diez integrantes no irán a prisión, un octavo dependerá del informe de los forenses del Instituto de Medicina Legal de León y dos más se acogieron a su derecho a la suspensión de la vista hasta que no se determine si el testimonio del de condición médica dudosa puede ser válido para el juicio.
Así, la fiscal propone ahora tres años de prisión para dos de ellos (no ingresarán en Villahierro por estar sometidos a programas de desintoxicación de drogas) y 23 meses de cárcel para otros cinco. Añade multas que van desde los 1.000 hasta los 40.000 euros dependiendo de la gravedad de su implicación y determina que se reduce la propuesta de pena por dilaciones indebidas en el procedimiento judicial.
Desde, al menos, el mes de mayo de 2018, un acusado, distribuía en León cocaína y otras drogas o sustancias estupefacientes a diversos
consumidores, actividad que realizaba conjuntamente con su pareja, otra acusada, mayor de edad y anterior y ejecutoriamente condenada en sentencia por un delito de robo con violencia o intimidación, para lo cual dichos acusados, tras recibir ambos llamadas en sus teléfonos móviles de consumidores e intermediarios que solicitaban distintas cantidades de aquellas sustancias, se las entregaban a los mismos en sus viviendas o en lugares cercanos a dichas viviendas donde se citaban con los compradores.
La procesada participaba en tal actividad realizando entregas de droga a distintas personas en alguna de sus viviendas, o recibiendo llamadas de esas personas, a las que indicaba dónde se iba a encontrar con ellos o acudiendo ella misma al lugar de encuentro con los compradores para efectuar la entrega de la droga. El acusado efectuaba los desplazamientos para las entregas de las cantidades de droga en el vehículo del que era titular, que había adquirido con las ganancias obtenidas de dicha actividad ilícita.
Se valía también para la distribución de la cocaína y otras sustancias de varias personas que recibían cantidades de droga del mismo y las entregaban a otras personas. Un tercer sospechoso, recibía cantidades de droga de éste y se dedicaba al menudeo, estableciendo diariamente numerosos encuentros con compradores, tanto en su domicilio, como fuera de él, para entregar a los mismos las sustancias estupefacientes, contando en esta actividad con la colaboración de su pareja sentimental, la cual acompañaba al realizar las entregas de droga, o bien atendía a algún comprador en su domicilio o preparaba las papelinas cuando su pareja no estaba en casa.
Otros dos sospechosos actuaban también como intermediarios y colaboradores de uno de los acusados, recibiendo regularmente cantidades de cocaína que después distribuían entre otras personas. No obstante, precisaban en ocasiones, durante dicho período de tiempo, abastecerse de más cantidades de droga para su distribución a las personas que se la solicitaban, y ambos contactaban al mismo tiempo con otros acusados y estos éstos, tras recibir las llamadas les entregaban distintas cantidades de cocaína en su domicilio o en lugares cercanos al mismo.
Por su parte, una pareja recibía cantidades de cocaína, para proceder a su distribución, de otro acusado y así, el día el 30 de enero de
2019, mientras se estaba procediendo al registro, autorizado judicialmente, en el domicilio de la pareja, uno de los acusados, que no tenía conocimiento del registro, acudió al mismo con una bolsa que contenía 56,5 gramos de cocaína, con una riqueza del 67,46 % y un valor de 5.142,05 euros, que iba a entregarles, los cuales tenían preparado en su vivienda un sobre con 1.200 euros para pago de dicha droga.
A finales del mes de noviembre de 2018, uno de los sospechosos llamó a un nuevo investigado para que éste le suministrara o abasteciera de cocaína en cantidad suficiente para su distribución al por menor. Después de varios encuentros entre ambos en el garaje del edificio donde residía, cuando éste regresaba de sus viajes a Madrid, el día 6 de enero de 2019 y después de haberse puesto de acuerdo en la cantidad y el precio de la droga a adquirir, adquirió en Madrid un kilogramo de cocaína. Al día siguiente, 7 de enero de 2019, regresó a León y contactó a través del teléfono para entregarle la cocaína, y a las 17:12 horas de ese día, cuando circulaba con su vehículo ya próximo a su domicilio, el otro sospechoso se montó en dicho vehículo continuando el trayecto hasta el garaje del edificio en el que residía el primero, entrando en el garaje el vehículo con ambos
acusados en su interior.
A los tres minutos, salió andando con una bolsa, siendo seguido por agentes de la Guardia Civil que procedieron a su detención y le incautaron 1.000 gramos de cocaína que llevaba en la citada bolsa y que le acababa de ser entregada, así como dos teléfonos móviles y con tarjetas telefónicas , que utilizaba para realizar los contactos con otras personas para la adquisición y venta de drogas, y la cantidad de 1.105 euros en metálico, que había obtenido con dicha actividad.