Infraestructuras
La rotonda de San Juan de Dios que no da la talla se eliminará con los cuatro carriles
La glorieta de la discordia ya está ejecutada pero el proyecto para desdoblar los viales la borra
La glorieta de la discordia por su pequeño tamaño, que se construyó al pie de la calle Jesús Nazareno para dar entrada y salida al nuevo puente de San Juan de Dios sobre las vías, se eliminará finalmente. Pasará de problema a solución con el desdoblamiento de los dos carriles actuales de salida hacia el Ayuntamiento de San Andrés del Rabanedo, ya que las nuevas calzadas que se duplican discurrirán por encima del espacio que ahora se dedica a la rotonda, según recoge el proyecto que está realizando una empresa leonesa desde su oficina de Burgos.
La estrategia en la zona fue adjudicada por casi 13.000 euros con un plazo de ejecución de tres meses y borra esa glorieta a la hora de dibujar los nuevos trazados viarios que conectarán La Pontona con la calle Azorín. Los vecinos ya habían advertido del «cuello de botella» que se produciría en la entrada y salida de esta glorieta que desemboca en un puentecillo estrecho para salvar la famosa Presa del Bernesga. También denunciaron que la propia rotonda, de 35 metros de diámetro, no servía «para que pasaran un camión y un vehículo a la vez y casi tampoco dos turismos juntos».
Un handicap que se resolverá con la desaparición a priori de la glorieta, según se expuso en la comisión informativa de San Andrés. El escaso tamaño para absorber los 16.000 vehículos que se estiman que circularán a diario por ese punto está retrasando la apertura del propio puente de San Juan de Dios, que representa la actuación más cara de Adif, de 2,7 millones de euros, para coser la fractura del tren en el municipio y aliviar el tráfico. El Ayuntamiento consideraba que la recepción de las obras no debía efectuarse antes de que se ampliara el tamaño de la rotonda, al apreciar la «peligrosidad» que generaría para la seguridad vial, según constataron los técnicos, ni tampoco antes de solventar la conexión de la acera para peatones con una pasarela sobre la Presa del Bernesga y dar continuidad al carril bici que concluye sobre una acera a un metro de la calzada. Complicaciones que quedarán zanjadas, en principio, con el nuevo proyecto de ampliación a cuatro carriles de ese tramo de 200 metros que conlleva la supresión de esa rotonda. Los cambios en las obras de permeabilidad hay que cogerlos, no obstante, «con pinzas», porque podrían implicar nuevas modificaciones.