San Andrés podrá pagar ‘in extremis’ las nóminas al encontrar un tesorero
Caurel: «Mi mayor preocupación eran los sueldos, aunque seguimos paralizados sin secretario»
Justo cuando los suspiros de la plantilla del Ayuntamiento de San Andrés del Rabanedo estaban a punto de convertirse en gruñidos, el equipo de Gobierno ha logrado ‘salvar’ las nóminas de septiembre y podrá pagar esta semana los 1,2 millones que les corresponden a los casi 300 empleados municipales.
Y podrá efectuarlo al haber incorporado ayer mismo a un tesorero que ya trabaja en Villaquilambre, pero que ha optado por asumir por acumulación también San Andrés para sacar a este ayuntamiento del atolladero que atraviesa con vacantes en los puestos clave.
Para entender el «caos administrativo» y la «paralización» de la que habla la alcaldesa, Ana Fernández Caurel , hay que remontarse, en una versión corta, a la pasada primavera, cuando la vicesecretaria se marchó y quedó vacante su puesto, al que se sumó el de tesorero con el cambio de la funcionaria que lo ocupaba a la Diputación y en agosto, la baja del secretario.
En realidad, lo que más ‘daña’ al Ayuntamiento es la ausencia de secretario, porque sin él no se pueden convocar las comisiones informativas, las juntas de gobierno, los plenos, los padrones (como el de la escuela infantil), no se conceden licencias de obras, ni se firman contratos... Su falta se solventó provisionalmente con un funcionario A2 propuesto por la alcaldesa y al que autorizó la Junta, aunque por su categoría sólo pudo ocupar un mes ese cargo. Por suerte, S.R. dejó firmadas las nóminas de los empleados antes de regresar a su puesto y para poder pagar sólo faltaba otra firma, la del tesorero, una cuestión que se resolvió ayer con la incorporación del profesional. «Mi máxima preocupación era pagar los sueldos», admite Fernández Caurel, consciente de que el pago de las nóminas de septiembre sí se ‘salva’, pero el problema resurge con las nóminas de octubre si antes del día 20 no encuentran secretario.
«No me queda nadie por hablar buscando secretario, ya mandé en verano una circular a los funcionarios que podrían ejercer accidentalmente el cargo, pero contestaron que no y no puedo obligarles como me dice la Junta porque me expongo a una demanda por acoso laboral».
La regidora lamenta que ante una situación compleja la Junta se lave las manos y no ayude. «Se supone que es la administración que tiene que dotar de personal. Yo no he visto al gerente del Hospital ir a buscar a los médicos por la calle y a nosotros nos dicen que es asunto nuestro. Y no he estado sentada comiendo un caramelo, sino buscando por todos los lados, he llamado a Presidencia, a los grupos, a consejeros, a otros ayuntamientos... pero es un puesto muy serio y no quieren venir para una baja», indica.
Es más, Fernández Caurel ha pedido a la Junta que «haga una excepción» con S.R. y le permita continuar para no paralizar el Ayuntamiento, «bien de forma indefinida hasta que regrese el secretario o mes a mes concatenándolo, pero tampoco. La Junta no tiene secretarios, no te los manda, pero te exige».
La alcaldesa ve urgente encontrar un remedio, porque están pendientes muchos temas, incluida la estabilización de la plantilla y la mejora de los servicios a la ciudadanía que no pueden desarrollarse por falta de ese alto funcionario.
San Andrés ya estuvo el verano de 2022 en una encrucijada similar y en los últimos años en varias ocasiones no ha podido ni defender sus intereses en varios juicios por bajas laborales, excedencias y vacantes. Al menos, de momento, disponen de un cargo clave en el funcionamiento de la ‘casa’: el interventor.