La separación entre los Alvia y los andenes les impide trasladar viajeros en la Variante de Pajares
La distancia del escalón de entrada a los coches y el muro de los andenes del túnel dificultan la autorización de los 130 y los 730
En otro giro inesperado de los acontecimientos en torno a la Variante ferroviaria entre león y Asturias, el Alvia no podrá completar servicios de viajeros por el interior de los túneles.
Los peldaños de acceso a estos trenes no cubren de forma conveniente el espacio entre los coches y los andenes de los túneles. Es un capítulo más de inconvenientes e imprevistos a la larga lista que acumulan las galerías de la cordillera tras dos décadas de obra, y un tiempo ilimitado de aplazamientos de fechas de apertura y retrasos en la puesta en servicio.
Los trenes que no encajan en la horma del interior de la Variante son el modelo de referencia para la vía del norte, en la que operan desde hace más de una década, como máximo exponente para el transporte de viajeros por su versatilidad sobre raíl convencional y de la red de alta velocidad.
Este detalle del molde de anchura de los trenes frente a la cabida que exige la Variante ferroviaria asturleonesa eleva el estatus y la dependencia de los 106, como elemento imprescindible para poner en marcha el servicio de viajeros a través de la nueva estructura.
El nudo de Trobajo
La idea de Adif para no soterrar Trobajo se queda sin el apoyo político local tras las elecciones
Aunque también con un amplio repertorio de matices respecto a la intervención y las intenciones de la política en este medio: la fecha de apertura en noviembre no concuerda con el plan de actuación para adaptar el paso de las galerías a las condiciones de las composiciones que acompañan a los modelos Avril.
Hay un baile de fechas entre la propuesta política y los planes de ensayo y puesta a punto del 106, con un calendario previsto de ensayos y rodaje dentro de los túneles hasta el 2 de diciembre.
Ese plan de pruebas tiene ya reflejo en una consigna de trabajo pendiente de aprobación, y que resulta imprescindible para que las nuevas ramas del Avril que se destinen a la línea de Madrid-León-Asturias puedan circular por la plataforma; y estrenarla.
En esa deriva se secuencias, se debe sumar también el tiempo mínimo que precisan los maquinistas para completar la formación, que se estima en un periodo de no menos de tres semanas.
Hace ya un mes que desde el Gobierno y los organismos públicos competentes en la gestión ferroviaria y operadores emplazaron la apertura de la Variante al mes de noviembre; ese ajuste no dejó nunca de interpretarse con la entonación electoral de un auxilio al candidato del PSOE al Principado; la apertura de la Variante se ha adaptado y readaptado en diversas ocasiones como amuleto electoral de influencia para los retos electorales del Gobierno al otro lado del cordal.
Estos flecos que afloran en los renglones del guión de la apertura del túnel eleva las dudas sobre el cumplimiento de las previsiones de Transportes para esta estructura, que sumido más de 4.000 millones en los años en los que se ha dilatado la obra .
La presión en el interior de los túneles es paralela a las intervenciones que fluyen en los tramos previos a la Variante, a uno y otro extremo de la plataforma: porque el tramo de León a La Robla estará aún condicionado varios meses a las actuaciones pendientes para completar el tránsito estructural, de vía convencional a corredor de alta velocidad.
Más retraso se observa en torno al tramo concreto de Trobajo del Camino, en donde se ha cronificado una actuación que no avanza en ningún sentido; ni hacia la decisión de Transportes y Adif, basada en dejar la vía en superficie , y adaptar pasos inferiores bajo el ferrocarril para facilitar el tránsito por Párroco Pablo Díez.
Se asoma un cambio político en el municipio derivado de las elecciones del 28 de mayo, que puede cambiar de forma sensible la aceptación y el apoyo que el gobierno municipal saliente, ahora en funciones, le había otorgado al proyecto de Adif, de disfrazar el paso del tren entre paneles y montones de tierra con tono ajardinado como distracción del efecto actual.
El giro político podría dificultar, ahora, las previsiones de Adif para enmendar el asiento del ferrocarril en el tramo urbano de Trobajo del Camino, complicado entre saltos, pasarelas, elevadizos y puentes; la negativa del Gobierno a soterrar y la elección de esa fórmula de disimular el tren en superficie alarga y cronifica las consecuencias para este entorno, en donde una plataforma vecinal reivindica desde hace más de dos años que no aceptará otra solución que deprime el paso el tren, rebajar la cota de vía, y colocar la ciudad por encima del tren.
Hasta ese instante, Adif tiene que retirar la pasarela azul; y demoler el puente de Párroco Pablo Díez, la misma estructura que hasta hace bien pocos meses y sin la presión vecinal, estaba dispuesto a elevar a la altura de una séptima planta para atender las exigencias de gálibos y seguridad de las vías de alta velocidad.
Tras los últimos resultados electorales, Trobajo es ya un punto de máxima tensión, porque Adif ha perdido el apoyo de la política local, hasta ahora fuente de apoyo para la intervención de los pasos subterráneos, alternativa al soterramiento.
Veinte kilómetros en sentido norte, se prepara una nueva vía para albergar el tránsito ferroviario entre León y Asturias, al margen, por primera vez en más de un siglo, de una segunda senda de acceso para los trenes. El estreno aún está pendiente de que no surjan más imprevistos, más allá de las tentaciones de culpar a la convocatoria electoral de más retrasos.