Transportes
El tramo León-La Robla abre un agujero negro en el avance de la alta velocidad
Adif no saca este trecho de vía del catálogo de ferrocarril convencional
Adif va a cortar por la línea de puntos en el problema que se le acumula en la línea León-La Robla . Este tramo se cae del catálogo de los trazados de la alta velocidad en España, a pesar de resultar un intervalo clave para la conexión AVE desde la capital leonesa a Asturias, y la línea del norte, que tiene como principal referente las galerías de Pajares y los casi 4.000 millones invertidos en una actuación que se desarrolla desde hace más de quince años.
León-La Robla se queda fuera de las líneas de alta velocidad en desarrollo en España porque el administrador ferroviario no encuentra tiempo suficiente por delante para atender a las necesidades de ajuste técnicos pendientes para adecuar este trazado de 20 kilómetros a las exigencias mínimas de la circulación de un tren de altas prestaciones antes de que se ponga en servicio la Variante.
Los ajustes técnicos chocan con el reloj electoral que marcan los tiempos políticos, que ahora aprietan en el Principado de Asturias a las formaciones en el poder que no quieren verse en la tesitura de presentarse a la cita de las municipales y autonómicas de mayo sin que el tren AVE haya asomado el morro en Pola de Lena , o en Campomanes, punto de destino posible del despliegue de alta velocidad ferroviaria entre León y Oviedo y Gijón.
El resultado
El tramo León-La Robla no va a estar a la altura de los requerimientos; y eso que hay a la espalda media docena de años de intervención, un desembolso de más de 40 millones de euros colocados en doblar y cambiar plataforma, para que una trazado convencional se ponga a la altura del enunciado de la alta velocidad europea. Curvas sin corregir, vía bajo puentes sin holgura, y otras disposiciones estructurales que no van a permitir que la velocidad en circulación se incremente en más de cinco kilómetros por hora; de 155 a 160, con toda la liturgia tecnológica que permita la instalación del triple hilo incluida, que al final no es suficiente para lograr el milagro que la vega del Bernesga se pueda llegara considerar plataforma de muy alta velocidad; no alta velocidad, siquiera.
El peso de Asturias
Adif va a sacar del catálogo de la alta velocidad los 20 kilómetros que tunea desde hace media docena de años con el fin de adaptarlos al encaje de las prestaciones que acompañan el paso del AVE, según reconoce el propio organismo que mantiene la estructura ferroviaria en el rotativo asturiano de La Nueva España. Adif se ha encontrado con la presión política de frente, porque nadie a estas alturas de 2022 quiere analizar las consecuencias electorales para la formación que ostenta el gobierno en el Principado de Asturias derivadas de que en mayo de 2023 las circulaciones comerciales del tren AVE no lleguen a Campomanes o Pola de Lena.
Ahora sí ahora no
Por eso se ha decidido soltar lastre con el tramo León-La Robla. Así es que el tren recorrerá un tramo convencional, capital leonesa y Trobajo y San Andrés y Villabalter sin soterrar, hasta alcanzar el emboquille de los túneles más allá de Llanos de Alba. El resultado del trayecto resultaría idéntico que si el tren avanzara bajo el epígrafe de la alta velocidad, según la nomenclatura que escudriña con celo la agencia de seguridad ferroviaria.
La salida norte de León, reconvertida después de cinco años de intervención con el fondo de saco que ahogaba el tren pasante, jamás allanó el paso adecuado para el garbo que desenvuelve un tren de alta velocidad en las líneas que son punteras en eficiencia y rapidez. Por eso, el salpullido con las dimensiones del puente de Trobajo que obliga a circular a los trenes a ritmo de traqueteo en intercambiador, resulta una anécdota en lo que deben resolver por delante, hasta asomar a la boca del túnel, a no más de 160 kilómetros por hora.