El traslado provisional del Mercado del Conde a Santa Nonia ya en junio costará 200.000 €

Entonces había 34 puestos, la plaza ya hacía tiempo que anunciaba su declive y la obra se liquidó en apenas medio año, sin que tuviera que bajarse la trapa más de un mes, durante el cambio del tejado en el que había amianto y la ejecución del suelo.

Pero ahora, con una docena escasa de supervivientes, el proyecto de rehabilitación integral, que toma el relevo de aquel plan de 2004, en el que se invirtieron 945.000 euros, obligará a los comerciantes del Conde Luna a trasladarse a partir de finales de mayo o comienzos de junio al aparcamiento frente a la capilla de Santa Nonia, donde de manera tradicional se hace el montaje y exhibición de los pasos de la Semana Santa. Un traslado que apoya la Fele .

Si se cumplen los plazos, a finales de año o como muy tarde en febrero estarán de vuelta en el emblemático edificio, construido en 1929, remendado por segunda vez para intentar que esta sea la definitiva con la reorganización en apenas 28 puestos, la incorporación de nuevas actividades, como gastrotiendas y degustaciones relacionadas con productores locales y kilómetro 0, y la adecuación para el reciclaje y la mejora de la accesibilidad.

Lejos de anteriores proyectos de grastobares o acristalamientos de la fachada, el proyecto empieza por el traslado, que se fía a la ejecución de una carpa que cuenta con una partida cercana a los 200.000 euros. La factura encuentra acomodo dentro de los 1.916.000 euros del presupuesto base de licitación del proyecto de reforma del mercado del Conde Luna: 785.560 euros de fondos propios del Ayuntamiento de León y 1.130.440 euros, el 59% del total, provenientes de la Unión Europea, dentro del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Gobierno.

La estructura para albergar los puestos ocupará buena parte del espacio de aparcamiento frente a la capilla de Santa Nonia, donde ahora funcionan cerca de una veintena de plazas de estacionamiento regulado de la ORA, aunque dejará metros suficientes para las actividades de carga y descarga de las mercancías. La docena de vendedores que aún resisten se ubicarán dentro de un recinto que tendrá que garantizar los mismos servicios que el actual, aunque de una manera más precario: agua, saneamiento, fontanería, luz, refrigeración para los productos perecederos, limpieza, seguridad...

La suma de necesidades se afinará en las próximas semanas en coordinación con cada uno de los afectados, según apunta el portavoz de la asociación de comerciantes, Ramón Polanco. El representante del abunda en que además se deberán pactar los horarios de apertura del mercado, que por ahora sólo funciona durante las mañanas, y la organización para que el servicio se pueda mantener en las mejores condiciones durante el tiempo del traslado.

La duración dependerá de la agilidad administrativa. Los técnicos del Ayuntamiento de León trabajan para poder sacar el contrato a licitación en los próximos días, acuciados por «la premura de los plazos de ejecución», que deriva de «las condiciones» de la subvención de la UE, como se expone en el expediente. Estas mismas condiciones de la financiación comunitaria hacen que «las inversiones y gastos financiados previstos» deban realizarse antes del «31 de diciembre de 2022», como se apostilla en el acuerdo. «Por todo ello, el despacho del expediente gozará de preferencia sobre cualquier otro contrato», se recalca en el documento, que aclara que «el plazo para la emisión de informes será de 5 días naturales, el de licitación de 15 y la emisión de informes técnicos relativos a la valoración de criterios sujetos a juicio de valor se realizará en 4 días naturales».

Sobre esta escaleta, no más allá de abril deberá estar adjudicado el contrato, en el que se apunta que las empresas interesadas deberán ofertar un plazo de ejecución máximo de 8,5 meses. En las propuestas, que tendrán que proponer la factura de ejecución por debajo de los 1.916.000 euros de tipo máximo, se valorará a los licitantes que comprometan la construcción en el menor tiempo. El objetivo, como se avisa en el expediente, pasa por que «el Mercado del Conde cese en su actividad el menor tiempo posible».