Sanidad
Urgencias bate récords por virus atípicos este mes y por picaresca para saltar la lista de espera
La alta demanda del servicio, con 2.600 pacientes a la semana, no se traduce en un aumento de ingresos hospitalarios
«No es frecuente ver un mes de mayo como éste en Urgencias , con más de 2.600 pacientes a la semana, que nos lleva a cifras más comunes en los inviernos prepandemia», reconoce el responsable del servicio en el Complejo Asistencial Universitario de León ( Caule ), Saúl Escudero. No se publican datos nacionales, pero colegas suyos de toda España confirman la tendencia.
También coincide la sociedad española de Medicina de Urgencias y Emergencias ( Semes ), que ha registrado en algunos hospitales subidas de la atención de hasta un 50% con respecto a estas mismas fechas en años anteriores al covid. El crecimiento de la demanda se produce tanto en adultos como en jóvenes y por suerte no viene aparejada de una subida de los ingresos hospitalarios, lo que refleja, quizás, un aumento de casos triviales.
Cifras prepandemia
Los sanitarios achacan este ascenso a la confluencia de varios factores: un retraso de la incidencia de las infecciones respiratorias , que normalmente se producen en invierno; una sanidad saturada (tanto en primaria como en especialidades), que convierte las Urgencias en la puerta de entrada al sistema, un creciente mal uso de este servicio, que se utiliza a menudo en situaciones no urgentes y la falta de educación sanitaria respecto a los motivos para acudir a Urgencias. Un dolor de oídos o molestias de cabeza con fiebre no deberían ser motivo a priori de desplazamiento al Hospital. Pero algunos usuarios acuden porque es «más rápido y eficaz» que ir al centro de salud.
Escudero ha constado que a esa casuística se suma un aumento de la circulación de virus respiratorios como la gripe , inusual en esta época del año, «pero que ha legado retrasada y lo sabemos porque se efectúan PCR a los pacientes que lo confirman y que muestran una alta incidencia de gripe del tipo A. En realidad, la alta demanda de Urgencias ya la notamos desde Semana Santa en abril», explica.
Motivos del aumento
Por su parte, Semes constata que «desde el covid, claramente el nicho ecológico de los virus ha cambiado y ahora mismo no es predecible». Achaca también la subida a la retirada de la mascarilla , que «estaba controlando muchas infecciones respiratorias que se han vuelto a producir con la retirada del tapabocas en interiores y han incrementado las atenciones en urgencias a finales de abril».
Los médicos están viendo numerosas gripes, algo que antes era muy extraño después de febrero. También otros virus respiratorios, que se juntan con las alergias y el asma propios de la época. La mayoría de estas dolencias pueden ser atendidas por el pediatra (o el médico de cabecera, en caso de los adultos), pero acudir a Urgencias para tratarlas parece ahora cada vez más rutinario.
Las urgencias se convierten, para muchos pacientes, en una puerta de entrada al sistema cuando encuentran dificultades en sus centros de salud saturados o cuando tardan meses en ser atendidos por el especialista, un modo de esquivar las listas de espera en ambos escalones asistenciales que se dispararon tras dos años de pandemia. «Algunos que están preocupados por su salud, cuando ven que se retrasan sus pruebas, van a que les hagan un completo», indican profesionales del servicio.
Al final ver tantos casos triviales repercute en una peor atención a los más graves y a las emergencias. Esta forma de saltarse la cola de primaria o el especialista para presumiblemente ser atendidos antes es tan antigua como los propios servicios de Urgencias. Pero algunos médicos coinciden en que ahora están viendo casos especialmente banales, que ni siquiera requerirían pasar por una consulta convencional.
«En la pandemia hemos visto que por miedo a ir al hospital sobre todo en las primera olas muchas personas preferían no venir a Urgencias aunque sufrieran patologías graves y vimos cuadros muy avanzados que podrían haberse resuelto con una visita temprana, como la peritonitis. Ahora está sucediendo justo lo contrario», valora Saúl Escudero.