Los cazadores y los intereses por los cotos en El Bierzo y La Cabrera disparan los incendios

La provincia de León presenta una «problemática relevante» en cuanto a los incendios por causa cinegética, «tanto provocados por los cazadores para facilitar la caza como los provocados contra los acotados». Es el diagnóstico que la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio de la Junta realiza en el Decreto-Ley de Medidas Urgentes sobre Prevención y Extinción de Incendios Forestales, que ayer se publicó en el Bocyl y en el que se detalla que 21.594 hectáreas de una decena de municipios se encuentran en «riesgo alto y muy alto» de sufrir fuegos derivados de la actividad cinegética.

En concreto, el documento habla de zonas de las comarcas de La Cabrera y El Bierzo como las más afectadas por este fenómeno y se menciona expresamente los municipios afectados con de Benuza —7.671 hectáreas—, Encinedo —5.511, ha— y Corullón 2.394 ha— en cabeza de un listado que incluye también fuera de este ámbito ayuntamientos como Villamontán de la Valduerna o La Pola de Gordón.

La Junta asegura que ha seleccionado los puntos de inicio de incendios relacionados con la caza que se localicen en superficies incluidas en cotos cinegéticos, «con el fin de detectar zonas de elevada incidencia que puedan necesitar actuaciones específicas a este respecto».

León, junto a Zamora y Salamanca, es la provincia más afectada por lo que la consejería afirma que se van a estudiar las zonas cinegéticas «que presentan una elevada siniestralidad».

El análisis apunta directamente a varios cotos problemáticos y hace hincapié en el sureste de la provincia, concretamente al término municipal de Encinedo,con el coto de privado de caza denominado El Vildeo, en el que se han producido 32 incendios entre los años 2002 y 2017. También se refiere Benuza, con el coto La Portilla, en donde el fuego prendió once veces entre los años 2007 y 2016 «con idéntica motivación» en referencia a los intereses vinculados a la caza. En este último municipio «se solapan varios cotos de caza» con el riesgo alto y muy alto: el Canto Gudina, con 9 incendios; el Sigüeya, con 7 incendios; el coto Silván, con cuatro incendios, y el coto Silgüelomba con dos incendios.

El Decreto-Ley también menciona, ya en el oeste de la provincia, el coto San Sardoni, en Corullón, que se ha visto afectado por once incendios entre 2009 y 2017. En esta zona menciona el problema cinegético en la Reserva Regional de Caza de los Ancares, que ha sufrido nueve incendios entre 2009 y 2017.

Por otro lado, el documento hace hincapié en la incidencia y concentración de incendios sobre los Montes de Utilidad Pública. Así, señala que el riesgo de incendio derivado de la actividad cinegética es «alto y medio» en el oeste de la provincia y bajo en el resto. En concreto, se refiere a 19 MUP cuya superficie quemada es superior a l 1.500 hectáreas y entre los que destacan el MUP 58, Palo y Riocabo y el MUP 331, con más de 4.000 hectáreas quemadas.