Campo
Los cultivadores de maíz deberán elegir entre perder ayuda de la PAC o reducir producción
La propuesta de ecoesquemas del Plan Estratégico presentado por Planas penaliza al productor del ‘cultivo estrella’
Los agricultores leoneses se tendrán que enfrentar al «susto o muerte» en el cultivo del maíz de cara a la planificación de la PAC recogida en el borrador del Plan Estratégico que ha presentado el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (Mapa). El maíz, el cultivo más potente en León, con una superficie sembrada en esta campaña que supera las 75.000 hectáreas y con una producción que ronda los 235 millones de euros, se pone en tela de juicio en el documento elaborado por el ministerio, que obliga a los agricultores a elegir entre recibir menos ayudas o reducir la superficie del cultivo.
La organización agraria Asaja asegura que los últimos documentos de la reforma de la PAC apuntaban a una suavización en las medidas orientadas a exigir la rotación y diversificación de cultivos en las explotaciones agrícolas, medidas que comprometían zonas de monocultivo como es el caso del maíz en la provincia de León. «La presión ejercida por organizaciones como Asaja había conseguido una rotación cada cuatro años, en vez de anual, así como la posibilidad de acogerse a un ecoesquema, el P5, consistente en dejar ‘superficies no productivas y elementos del paisaje’, que era más beneficioso para los cultivadores de maíz que el ecoesquema de ‘rotación de cultivos’, el P3», explica la organización agraria Asaja en un comunicado en el que señala que en ambos casos, los agricultores percibían una ayuda fijada en 156 euros por hectárea.
Ecoesquemas
Sin embargo, en el momento en el que salió a exposición pública el documento Plan Estratégico de la PAC 2023-2027 para España, elaborado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (Mapa) el pasado 30 de noviembre, «se cambiaron los importes de las ayudas, de forma que los que se acojan al ecoesquema P5 verán reducida la ayuda a 56 euros por hectárea», denuncia Asaja, que asevera que esta ayuda «es la misma para la agricultura de secano y para la de regadío, algo absolutamente ilógico».
La tesitura
Con este planteamiento, que no es definitivo porque aún está abierto a que las Comunidades Autónomas presenten sus propuestas, la tesitura de los productores de maíz es acogerse al ecoesquema de mayor rotación de cultivos, o al de dejar superficies no productivas y elementos del paisaje. Asaja detalla que en el primer caso, la ayuda es mayor, al suponer 156 euros por hectárea, «pero a cambio se ven obligados a rotar todos los años al menos el 40% de sus tierras, y dedicar al menos un 10% a cultivos mejorantes de los cuales la mitad serán leguminosas». «Quienes elijan la segunda opción, es decir, la de dejar un 4% adicional de tierras sin cultivar y elementos del paisaje, verán reducida su ayuda a 56 euros por hectárea, lo que para un productor de 80 hectáreas, teniendo en cuenta la degresividad que se aplica según los casos, le supone una pérdida económica anual de 5.105 euros», señala el sindicato agrario.
De no modificarse el Plan que se ha sacado a información pública, «el productor de maíz, respecto a la situación actual, tendrá que rotar todas las parcelas a más tardar al cuarto año, y verá reducida su siembra de maíz en el 6,6% al reducirse 5 puntos porcentuales el porcentaje del cultivo mayoritario, algo que viene impuesto por la ‘condicionalidad reforzada’», insiste Asaja que incide en que a la hora de elegir el ecoesquema, tendrá que optar por perder una cantidad importante de ayudas si se acoge al que es más favorable, o reducir todavía más la superficie de maíz bajando 15 puntos porcentuales (20%) respecto a la situación actual.