El lobo siembra el pánico en la montaña oriental con sus ataques en los pueblos

Los ataques de los lobos a animales se están volviendo una normalidad en poblaciones de la montaña oriental. Hace dos días siete cabras de un ganadero de Cistierna aparecieron muertas junto al comienzo de la Vía Ferrata, en el paraje del Puente de Hierro, a unos 500 metros del casco urbano.

No es la primera vez que este ganadero sufre los ataques del lobo pero siempre era una o dos reses. El alcalde de Cistierna, Nicanor Sen, pidió que se tomen medidas para que no se repitan los ataques del lobo en las proximidades del las poblaciones.

Otros ataques del lobo se han producido en Soto de Valdeón, en el municipio de Posada de Valdeón, donde han matado a dos potros y han dejado mal heridos a otros tres. Uno de los ataques se produjo en una finca dentro del pueblo. Comieron un potro en una finca delante del mismo bar. Además, hace unos meses mataron varias ovejas en Posada de Valdeón. «Los que han visto los lobos dicen que hay una manada muy grande y ya hay una gran preocupación, puede haber una desgracia en cualquier momento.

"Esto está llegando a una situación muy preocupante ya que estamos viendo camadas juntas de ocho y diez ejemplares», manifestaba Tomás Alonso, alcalde de Posada de Valdeón, quien lamenta que los lobos entren a mitad del pueblo a matar y comer los potros y las ovejas. «Mira que hay caza en el monte pero lo preocupante es que ahora entran con toda tranquilidad en los pueblos. Estoy muy preocupado ya que pueden matar a una persona en cualquier momento dado que no sabes cuál va a ser la reacción del animal». Alonso señaló que el Gobierno Central debe tomar medidas ante un tema que ya preocupa «y mucho a la población de los pueblos. No podemos esperar a que maten a una persona o a un niño y después nos lamentamos todos».

Hace unos días el alcalde de Boñar, Pepe Villa, instó a las administraciones a expulsar el lobo de las proximidades de la villa dado que en los últimos días ha matado reses en apenas a unos metros de las viviendas. El lunes el lobo mató un ternero, ocho ovejas y cuatro corderos a 60 metros de la gasolinera de Boñar y el martes en la zona de La Corredera cinco ovejas, «todo ello en el casco urbano, a veinte metros de las casas».

Dado que el lobo es un animal protegido, son las administraciones, el Gobierno Central y la Junta de Castilla y León, quienes tienen que tomar medidas ya que es un animal que está controlado. «Que sean los especialistas o técnicos los que adopten las medidas para sacar al lobo del casco urbano cuanto antes». Villa afirmó que el Ayuntamiento de Boñar ha solicitado la captura del lobo en la zona perimetral de Boñar dado que durante las últimas 72 horas se han sufrido diversos ataques a varias ganaderías distintas matando más de veinte reses. Un ganadero lleva sufriendo tres ataques del lobo.