Guardias civiles que vigilan las alturas
Un ‘greimman’ de Sabero, en la élite del alpinismo militar
El agente del Servicio de Montaña Ignacio Álvarez Samartino, primero de su categoría en el campeonato de la ciudad austriaca de Worgl.
A. Domingo | Redacción
El cuartel del Servicio de Montaña de la Guardia Civil de Sabero cuenta con un campeón militar del escalada: el greimman Ignacio Álvarez Samartino, de 42 años, se acaba de proclamar campeón de la categoría Masters 40 —mayores de 40 años—y obtuvo un meritorio séptimo puesto en la clasificación general del campeonato militar de Escalada de Austria, celebrado en la ciudad de Worgl, en el Tirol.
El campeonato nacional austriaco estaba abierto a otros países y la representación española estuvo formada por tres miembros de los Grupos de Rescate e Intervención en Montaña (Greim) y dos militares. Cabe destacar, que de los miembros de la Benemérita dos están destinados en Jaca, donde el Servicio de Montaña tiene su mando para todo el país. Tres especialistas en montaña elegidos de entre casi 300 agentes que sirven en esta especialidad.
No extraña que Álvarez Samartino consiguiera una destacada participación en el campeonato, teniendo en cuenta que este leonés se inició en la escalada de niño, que su vida profesional se desarrolla en la montaña y donde también pasa su tiempo libre, desafiando a la roca, encontrando los puntos en los que fundirse con ésta y lograr cada uno de los apoyos que le lleven a la gloria de la cima.
Ingresó en el cuerpo en el 2001 y en el 2006 realizó el curso para entrar en el Greim para terminar en Sabero, base de los agentes que tuvieron que sacarle del Curavacas, en la montaña palentina, cuando, con 18 años, en pleno temporal invernal, «nos empecinamos en subir cuando nos teníamos que haber quedado abajo», reconoció.
En rocódromo
Del campeonato de Wolrg explica que «es una prueba de dificultad» en rocódromo, como tantas otras de escalada, donde el alpinista no disfruta del aire libre —no sufre helado viento ni los abrasadores rayos del sol lo cuecen, en función de la estación—. «El nivel lo ponen los participantes. Es decir, quienes equipan las rutas lo hacen según el nivel de éstos», explica. En las semifinales se vio superado por los suizos, por un fallo en la apreciación del color de las presas. De otra manera, su resultado hubiera sido mejor,aunque bien es cierto que sucumbió ante los campeones absolutos de la competición.
En montaña ha conseguido completar vías de nivel 8a+ —la dificultad de las vías de montaña se gradúa de 4 a 9—, si un reconocimiento previo de la ruta, mientras que ha ascendido un 8c ensayado, precisamente en León, en Piedrasecha, el mayor reto al que un escalador puede enfrentarse en la provincia leonesa.
En su afán de alcanzar nuevas metas, Alvarez Samartino se plantea «seguir progresando. La edad en este deporte no es un obstáculo», hasta el punto que señala que en 30 años de práctica este ha sido el mejor. En el mundial de escalada para militares, celebrado en Sochi (Rusia) logró situarse entre los 25 mejores.
LA trampa
Deporte de alto nivel y ejércitos de distintos países se dan la mano a la hora de mostrar el talento deportivo que puede salir de las fuerzas armadas. No es el caso de España, pero en otros países subir al podio en competiciones civiles no sólo supone colgarse la medalla, sino, también, lucir un uniforme. «Existen convenios de forma que los deportistas de alto nivel también compiten en las pruebas para militares», explica Álvarez Samartino. Así, en el campeonato del mundo de Sochi «había hasta cuatro campeones del mundo civiles. Esto también sucede en el atletismo y para los atletas es genial, porque seguro que reciben una ayuda. Pero no es justo para los países que no recurren a este sistema». El greimman destacó el buen nivel de escalada de los militares españoles y de los guardias civiles del Servicio de Montaña.
Al margen de que su servicio en el Greim le obliga a mantener un nivel técnico y físico, este deportista ha hecho cumbre en lugares tan emblemáticos como los Dolomitas (Italia), en los Alpes, en Tailandia y en el Tirol y ha practicado trekking en la Cordillera del Himalaya, en Nepal, país que le impresionó por la importante diferencia cultural y por sus gentes: «irradian felicidad, pese a lo poco que tienen», manifestó.