Diario de León

Promueven una marca para la carne de la ganadería extensiva

Un proyecto científico-técnico busca mejorar las condiciones socioeconómicas de los pastores y contribuir a la fijación del quebrantahuesos en Picos

Un mastín atento a la defensa de las ovejas. JESÚS F. SALVADORES

Un mastín atento a la defensa de las ovejas. JESÚS F. SALVADORES

León

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La marca de garantía Pro-Biodiversidad busca mejorar las condiciones socio-económicas de los ganaderos de alta montaña para re cuperar al quebrantahuesos en los Picos de Europa. Se trata de un proyecto de carácter científico-técnico desarrollado por la Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos (FCQ), la Universidad Autónoma de Madrid y el Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León, financiado con los fondos Next Generation por medio de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco).

El proyecto, que se extenderá durante tres años, fue presentado en Potes el pasado 29 de junio y busca encontrar soluciones a los problemas que tiene la ganadería extensiva de montaña a través de distintas acciones dirigidas a mejorar la rentabilidad comercial de estas ganaderías extensivas, diferenciar la carne procedente del pastoreo tradicional mediante análisis nutricionales y sensoriales, promover el bienestar de los rebaños y los perros de guarda e, incluso, la innovación en el uso de subproductos ganaderos.

Y es que como señala el director del proyecto y vicepresidente de FCQ, Gerardo Báguena, «allí donde había pastores de montaña ha habido quebrantahuesos». Asegura que «en la actualidad la ganadería de montaña, como concepto, se extingue; y el quebrantahuesos, como especie, se extingue también. Y es ahí donde nuestra fundación trata de revertir esos procesos que dañan la montaña europea. Las montañas son biodiversidad, pero las montañas son sociedad, son pastores, son pueblos que habitan en ella».

Repercusión directa
Los primeros resultados revelan que los precios de los corderos adheridos casi se han triplicado

En este marco y con esta filosofía surge al marca Pro-Biodiversidad, que ya funciona, y que reconoce a los pastores de montaña como productores o conservadores de biodiversidad. «No hablamos de razas ni de nada por el estilo. Un señor que tiene 400 ovejas está dando de comer a buitres leonados, buitres negros, lobos, osos, quebrantahuesos... ese señor mantiene biodiversidad, es productor de biodiversidad», señala Báguena. Por lo tanto, hay que hacer lo que sea posible por mantener esa ganadería de montaña.

Y un tema esencial es la viabilidad económica . «Los corderos de Picos de Europa se vendían a 36-38 euros con 10 kilos. Eso es infame, una tomadura de pelo, algo indigno porque hay muy pocas personas capaces de hacer criar a una oveja en alta montaña, sacar un cordero vivo y hacerlo vivir hasta que tenga 30 ó 40 días y pese 10 u 11 kilos. No nos parecía correcto que esos corderos fueran al mercado y se subastasen y pagasen lo mismo que los que tiene una granja de Valladolid que tiene cien corderos que tienen una tolva y comen solos», afirma Báguena.

La marca Pro-Biodiversidad garantiza que la carne proviene directamente de ganaderos de alta montaña, que los animales han sido criados en condiciones naturales . Y eso tiene un mercado. Hay gente dispuesta a pagar más por esos corderos de mayor calidad. «Los ganaderos adheridos a la marca han pasado a cobrar los animales casi a 90 euros, casi el triple. En este caso la cadena Lupa ha comprado en exclusiva toda la producción y eso, que apenas repercute en el precio final al consumidor, a la cadena le da prestigio, imagen y posicionamiento comercial», asegura el vicepresidente de FCQ. Además también aporta prestigio al ganadero porque cada cordero o pieza de carne lleva indicado quién la produjo y en qué pueblo concreto. La red de Paradores Nacionales también se ha sumado a la iniciativa. «Cuando hay producción, sólo vende corderos de los nuestros».

«Por este proyecto recibimos el premio al Mejor Proyecto Europeo de la Red Natura 2000 en el año 2020 porque era capaz de demostrar beneficios socioecómicos, que conservando la naturaleza se podía ganar dinero», asegura.

Además, el proyecto también estudia qué hacer con un subproducto como la lana que hoy se quema porque no tiene uso «mientras que la traemos de fuera, paradojas de un mundo global»; o las relaciones de los ganaderos con el lobo para buscar soluciones al conflicto.

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