Todas las víctimas de un interminable periplo judicial
Las víctimas fueron los seis mineros que murieron asfixiados en el Pozo Emilio del Valle; y los ocho compañeros que sufrieron y sufren lesiones por acudir a rescatarles. Víctimas son también las familias de los fallecidos y heridos, que llevan desde octubre de 2013 esperando que se haga justicia, y en su caso que se abonen las indemnizaciones que correspondan si se establecen las penas que reclaman. Víctimas igualmente los acusados en este procedimiento, que llevan 113 meses en el punto de mira de un procedimiento que resolverá si son culpables de homicidio por imprudencia o no tienen responsabilidad sobre un fenómeno geológico impredecible. Que es lo que se dilucida en el juicio oral que se abre, de nuevo, este lunes. Una agonía difícil de justificar para todas las partes.
La instrucción del más grave de los accidentes de la minería leonesa en los últimos tiempos recayó en el Juzgado de Instrucción Número 4, que tenía también las competencias de violencia de género. Apenas medio año después, sobre el mismo juzgado recayó el asesinato de la presidenta del PP y de la Diputación de León, Isabel Carrasco.
Poco después la Hullera Vasco Leonesa solicitó concurso por las dificultades que atravesaba, con el conjunto del sector. En 2016 el juzgado declaró el caso del accidente de «carácter complejo», y amplió el plazo de presentación de informes periciales. Que plantean muy distintas conclusiones.
Mientras tanto se sucedieron informes del fiscal, recursos ante la Audiencia Provincial,... Siete años y seis meses tardó el caso en arrancar en el Juzgado de lo Penal 2 de León, en plenas restricciones por la pandemia. El 5 de abril de 2021 se escenificó una vista oral que no llegó a abrirse. Mapfre tenía seguros de responsabilidad con varios de los ingenieros acusados, pero no estaba personada. Todo volvió a la fase de instrucción. Ahora el difícil puzzle de las agendas de abogados y peritos tiene nuevo calendario. Aunque aparece a última hora el administrador concursal que exige personarse. El proceso no admite ni un tropiezo más.