El Vaticano insta a apartar a los obispos de Toledo por los abusos de La Bañeza
- El sacerdote ha sido condenado en León a 7 años de cárcel por agredir sexualmente a un menor
El Vaticano, a través de la Pontificia Comisión para la Protección de los Menores, considera que el Arzobispado de Toledo debería retirar del ministerio pastoral a todos cuantos colaboraron en agravar el sufrimiento de la víctima del sacerdote Pedro Rodríguez Ramos , condenado por la Audiencia Provincial de León a siete años de cárcel por abusos sexuales continuados. Las palabras exactas que utiliza la comisión en una declaración inédita a DIARIO DE LEÓN tras preguntar sobre el caso de Toledo son las siguientes: «No debería haber lugar en el ministerio pastoral para alguien que agrave a sabiendas el sufrimiento de las víctimas de abusos sexuales. Instamos a los líderes de la Iglesia a que sean modelos de atención pastoral a las víctimas en sus palabras y en sus acciones».
El caso de pederastia se juzgó en la Audiencia Provincial de León tras denunciarse primero en La Bañeza durante unos ejercicio espirituales en el instituto secular de las Misioneras Apostólicas de la Caridad.
Los abusos comenzaron, según la sentencia, en el año 2005 cuando el sacerdote «con el ánimo de satisfacer sus deseos sexuales» y aprovechándose de su vulnerabilidad agredió al alumno cuya guía espiritual tenía encomendada.
Fue en el año 2009 cuando la víctima informó a un sacerdote de lo que ocurría sin encontrar amparo de ningún tipo. Además, su madre lo denunció a varios curas de su confianza y, según el condenado reconoció durante el juicio, al arzobispo de Toledo. Nadie tomó medida alguna y Pedro Rodríguez Ramos continuó ejerciendo con menores en el seminario hasta 2015. Además, tras la querella interpuesta en el juzgado de La Bañeza el 30 de junio de 2016, al condenado se le permitió viajar a una misión de Perú donde, por supuesto, pudo estar en contacto con otros niños.
A pesar de todo ello, ningún miembro del Arzobispado de Toledo prestó ayuda al menor ni puso en marcha ninguna investigación que esclareciera los hechos. No fue hasta finales de 2022, seis años después de que se interpusiera la denuncia en el Juzgado de La Bañeza, cuando desde la Oficina del Menor de la Archidiócesis se llama a la víctima para ofrecerle ayuda.
Además, hay que subrayar que ya al final del juicio, el sacerdote de Toledo Carlos Loriente, envió por whatsapp una carta a un grupo de curas en la que defendía con vehemencia la inocencia de Pedro Rodríguez Ramos y ponía en tela de juicio la versión de la víctima.
Desprotegido
Entre otras cosas, decía lo siguiente: «La falta de verosimilitud de las denuncias, apreciadas incluso por los tribunales, hizo que no se tomaran las medidas cautelares hasta que el arzobispo tuvo noticia indirecta de la posible apertura de juicio oral».
Por esta carta, Carlos Loriente ha sido denunciado, según ha podido saber este periódico por fuentes del propio Vaticano, ante el Dicasterio para el Clero.
No solo eso, sino que la víctima de Pedro Rodríguez Ramos, condenado por la Audiencia Provincial de León, también ha interpuesto denuncia contra los arzobispos de Toledo Braulio Rodríguez y Francisco Cerro, y contra Francisco César García Magán, obispo auxiliar de Toledo y secretario general de la Conferencia Episcopal Española, así como contra un obispo de una Diócesis vecina ante el Dicasterio para los Obispos. Todos ellos, además de Ramos, fueron denunciados en 2022 en el Dicasterio para la Doctrina de la Fe, encargado de supervisar e investigar casos de este calado.
El Vaticano conoce el caso
La Pontificia Comisión asegura en la carta recibida por Diario de León que conoce perfectamente el caso de los abusos a este menor. «La Comisión es consciente de este caso en particular y de muchos casos similares, y con frecuencia se compromete con las víctimas en nombre del Santo Padre, para encontrar maneras de apoyarlas tanto antes como después del proceso legal, sea civil o canónico. La Comisión es consciente de lo lejos que estamos todavía de una Iglesia comprometida de veras con apoyar a las víctimas de abusos sexuales», escribe.
Este periódico se ha puesto en contacto con las misioneras apostólicas de la Caridad, que aseguran recordar la semana que Pedro Rodríguez Ramos pasó en el instituto junto al por entonces menor y admiten que nadie del Arzobispado de Toledo acudió a La Bañeza para investigar qué ocurrió allí entre el sacerdote y el niño, ni en 2009 cuando la víctima puso en conocimiento de varios sacerdotes lo que había ocurrido ni en el momento en el que, ya en el año 2016, el Juzgado de León recibió la querella interpuesta contra el sacerdote toledano.
Además, y según ha manifestado la propia psicóloga que dirige la oficina de Protección al Menor de Toledo, no se ofreció ayuda a la víctima hasta finales de 2022, un año después de que se creara la citada oficina, trece desde que los hechos se pusieran en conocimiento del Arzobispo y siete después de que se interpusiera la denuncia.