Diario de León

ESPECIES EN PELIGRO

El voladero de Caboalles recibirá los primeros urogallos en abril del 2023

Los trabajos se iniciaron en el otoño del año 2020 con un presupuesto de 174.013 euros

Los trabajos hace ya dos años y ya han concluido la primera fase.. RAMIRO

Los trabajos hace ya dos años y ya han concluido la primera fase.. RAMIRO

Villablino

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Las obras del Voladero de Urogallo Cantábrico (VUC) en la pedanía lacianiega de Caboalles de Arriba han finalizado el pasado mes de junio, dando así por concluida así la primera fase de este proyecto, según señalaron fuentes de la Dirección General del de Patrimonio Natural y Política Forestal de la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación Territorio.

Un proyecto que tiene como finalidad alojar varios ejemplares de urogallo no autóctono (linaje boreal siberiano). A partir de este momento, comienza la segunda fase del proyecto, que convertirá el recinto en un verdadero «hogar para los urogallos» matizan, a la vez que destacan que el edificio se ha bautizado con el nombre de Tetraonis Urogallus Domus.

Desde la Fundación Patrimonio Natural de Castilla y León, dependiente de esta Consejería, está trabajando «intensamente» con una empresa de prestigio internacional, que está preparando la creación de un auténtico habitat en el que los urogallos puedan desarrollar cómodamente su existencia. Para llevar a cabo esta labor cuentan con pintores, escultores, naturalistas y biólogos, quienes están dando forma a un diseño que pretende ser referencia en el ámbito de los núcleos zoológicos.

Seguna las previsiones de Patrimonio Natural, el voladero estará preparado para que los urogallos entren, antes de abril de 2023, siendo una fecha que marca el inicio de la época de celo, cuando la gallinácea alcanza su plenitud para que sean observados por los visitantes del Centro del Urogallo.

Cabe recordar que las obras del Voladero se adjudicaron en el otoño del 2020 a la empresa Audeca S.L.U por importe de 174.013 euros, con un plazo de ejecución de cinco meses. Si bien, las obras comenzaron en julio del año 2021 y estaba previsto que para el mes de septiembre de ese mismo año estuvieran concluidas, algo que no fue posible y es que en varias ocasiones los trabajos fueron paralizados por causas meteorológicas, según explicaba en ese momento desde Fundación Patrimonio Natural.

La edificación se plantea dentro del recinto del Centro del Urogallo, entendiendo el conjunto de forma integral y contando con las características orográficas y naturales ya disponibles, que marcan claramente la ubicación de esta infraestructura pensada para acoger a dos parejas de urogallos que podrán ser observadas por los visitantes. El espacio recreará su hábitat natural.

En concreto, permitirá contemplar de cerca los urogallos; ampliará la formación de los visitantes sobre la conservación de los urogallos y de la biodiversidad; y ofrecerá su colaboración a entidades públicas y privadas para realizar actividades concretas de educación y sensibilización en materia de conservación de la fauna silvestre. Y todo ello, con un diseño que no supone afección negativa sobre la población silvestre del urogallo cantábrico y es compatible con los planes de recuperación de la especie.

Estas obras se engloban dentro de un proyecto para completar la oferta que se presenta en el centro del Urogallo y que consisten en este Voladero y un edificio polivalente, que se destinará a espacio de coworking o de trabajo colaborativo, con un presupuesto total de más de 600.000 euros.

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