Diario de León

León se lanza a la reconquista de su historia milenaria Vía XIX o el nuevo camino de civilización

Las calzadas romanas vertebraron el imperio ibérico, especialmente en el Noroeste peninsular. Las vías sirvieron para unir pueblos. Hoy, un proyecto transfronterizo entre España y Portugal las recupera con ese mismo objetivo El catedrático Anto

NIEVES TÉLLEZ

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«Se trata de recuperar las primeras rutas organizadas que hubo en el Noroeste de la península como consecuencia del Imperio Romano; son restos del pasado que hay que conservar porque son nuestra memoria histórica». La reflexión es del catedrático de Historia Antigua de la Universidad de Santiago de Compostela, Antonio Rodríguez Colmenero, a su vez coordinador científico del proyecto Vías Augustas que financia casi en su totalidad la Unión Europea para recuperar las calzadas romanas transfrontrizas entre el norte de Portual y España. Durante las últimas semanas, este proyecto ha logrado abrir al caminante 53 kilómetros de vía romana en la localidad portuguesa de Montalegre y 15 kilómetros más en Póvoa de Lanhoso, también en Portugal. Hoy, quedará abierto un nuevo tramo de ocho kilómetros en Valpaços. Fueron las vías romanas las que vertebraron el imperio y las que sirvieron como el más eficaz medio de difusión de la cultura y la legislación romana, el nacimiento del comercio y la relación entre los pueblos. Los proyectos Vías Augustas y Vías Atlánticas unen los esfuerzos de muchas administraciones ibéricas para la realización y promoción de un nuevo itinerario turístico-cultural qeu toma como base las tres calzadas romanas que unían en la antigüedad Braga (Bracara Augusta) con Astorga (Asturica Augusta), denominadas vías XVII, XVIII o Vía Nova y XIX en el itinerario del emperador Antonino Caracalla. Los proyectos, presentados y aprobados para su financiación con fondos Feder dentro de la Iniciativa Comunitaria Interreg III-A, proponen integrar los valores arqueológicos y patrimoniales con los medioambientales y ecológicos, de forma que se constituya una oferta turística y cultura que se desarrolla en un recorrido que sigue el trazado de las calzadas romanas. «Estas tierras (Gallaecia y Asturia) estaban unidas y la política las desunió. Ahora se trata de restablecer todo eso a través de la reconquista de nuestra historia», subraya el catedrático. Vías Augustas cuenta con un presupuesto de 1,26 millones de euros, de los que 950.000 proceden de Europa. El subcomité de Gestión de la UE valora de esta iniciativa «el importante impacto transfronterizo, por su gran variedad de socios, volcados en la valorización, conservación y promoción turística del patrimonio natural y cultural». Voluntades de muchos lados Este proyecto ha aunado las voluntades de administraciones de ambos lados de la frontera para la creación de un nuevo Itinerario Turístico Cultural basado en la antigua Vía Romana XVII. Participan como socios los ayuntamientos de Astorga como jefe de fila, Cacabelos y O Barco de Valdeorras y la Diputación Provincial de Zamora; por parte portuguesa, las cámaras municipales de Braga, Povoa de Lanhoso, Vieira do Minho, Montalegre, Boticas, Chaves, Valpaços, Vinhais, y Bragança, con el apoyo científico de las universidades de Santiago de Compostela y la Católico Portuguesa en el Polo de Viseu, y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas. María Paz García-Bellido, descendiente del arqueólogo Antonio García-Bellido -muy vinculado a León por su participación en excavacaciones- y miembro del CSIC, admite en un informe que «en la península ibérica actualmente no está organizada la recopilación sistemática de los hallazgos monetales». Estos proyectos internacionales, que a partir del próximo año se extenderán a León una vez que la Diputación Provincial ha respaldado política y técnicamente el proyecto, sí han servido, sin embargo, para limpiar y señalizar los caminos, trabajos que eran necesarios para ahora comenzar a impulsar la promoción turística. El presidente de la Cámara de Póvoa de Lanhoso, localidad que celebró con una colorista fiesta la inauguración de su tramo de calzada, Lucio Pinto, asegura que uno de los objetivos esenciales de este proyecto es «la revalorización de estos espacios y exponer nuestra riqueza patrimonial». «El término 'romano' -añade este cargo homólogo a un alcalde español- tendrá cada vez más importancia turística en el futuro». El proyecto Vías Augustas ha logrado inventariar los tramos y monumentos arqueológicos más interesantes de la vía romana XVII. Se ha limpiado y señalizado, se ha homologado su decurso como sendero de Gran Recorrido por las federaciones española y portuguesa de senderismo y se aborda la promoción turística conjunta en las activas reuniones que mantienen los socios del proyecto gracias al trabajo de coordinación que efectúa la consultora que promueve los programas, encabezada por Nieves Téllez y María Ibáñez. Únicamente queda por incorporar el recorrdido de la provincia de León para que sea una realidad el GR117 de Braga a Astorga. El segundo proyecto se denomina Vías Atlánticas, que con un presupuesto total de 1,6 millones de euros, ha logrado una cofinanciación Feder de 1,2 millones. Se ejecutará a lo largo de este año. Llega la nueva historia Las vías que hoy se quieren recuperar nacían en Braga (Bracara Augusta) y morían en Astorga (Asturica Augusta), por cuando las dos ciudades eran importantes núcleos administrativos, financieros y religiosos dentro del conjunto de la región. Precisando más, la vía XVII desarrollaba dos tercios de su recorrido en territorio hoy portugués, en tanto que las vías XVIII y XIX sólo se extendía durante una cuarta parte de su ámbito por suelo luso, transcurriendo el resto de su decurso por tierras gallegas y castellanas y leonesas. Tal y como consta en la documentación que maneja el proyecto europeo, la primera de ellas conocida en la edición del itinerario de Antonino con el número XVII, fue ya planificada y construida por Augusto en torno a los primeros años de la era. En los años de Vespasiano La segunda, señalada en el mencionado itinerario con el número XVIII, se debe a la iniciativa del emperador Vespasiano, unos setenta años después, siendo su ejecutor directo el activo gobernador de la provincia tarraconense, Cayo Calpetano Rantio Quirinal Valerio Festo. Se le conoce también con el nombre de Vía Nova en lios miliarios atribuibles a la data de su inauguración. La vía XIX comunicaba Braga con Astorga a través de Lugo. Fue inaugurada en el año 11 de nuestra era y poseía, entre las mansiones más importantes, el Aquis Celenis (Caldas de Reis), Iria Flavia (Padrón), Lucus Agusti (Lugo) y Bergidum Flavium (Cacabelos). Es la más larga de entre todas las del Noroeste, con cerca de 500 kilómetros. Al trazado de la vía se incorporan multitud de elementos históricos y arqueológicos, tanto del mundo romano (Las Médulas, murallas, puentes, acueductos, termas, campamentos, miliarios señalizadores de las vías) como de los pobladores anteriores (dólmenes, mamoas, castros petroglifos) y de los posteriores, como castillos y fortalezas, iglesias prerrománicas, monasterios, arquitectura tradicional y ciudades llenas de encanto. A ellos hay que sumar excepcionales recursos naturales de la zona por la que discurren las vía (parques naturales de Baixa Limia-Serra do Xurés y Montesinho, Nacional de Peneda Gerês, la Reserva Nacional de la Sierra de la Culebra, el Parque Natural del Lago de Sanabria, la Sierra de la Encina de la Lastra, la Sierra de Larouco, Sierra de los Ancares), con numerosos embalses, bosques, el paisaje vitivinícola del Bierzo, etcétera. El catedrático de Historia Antigua de la Universidad de Santiago de Compostela, Antonio Rodríguez Colmenero, ha precisado en un estudio el trazado de la Vía XIX. Según sus investigaciones, esta calzada entra en león por el alto de Comeal, por una aldea hoy prácticamente deshabitada en donde se sitúa una de las puertas principales de los Ancares, junto con la de Piedrafita del Cebreiro y O Portelo, que siempre fueron paso obligado entre Galicia y León y límite político entre demarcaciones administrativas. Desde allí se iniciaría el descenso hacia el valle del río Valcarce. En este tramo los erstos de la vía son evidentes. Seguiría hacia Ransinde, pasando por una cota superior por este lugar y llamándose con topónimos tan interesantes como «antigua» o «la legua» y conservando todavía curvas y contracurvas que demuestran la forma en que la vía se adaptaba a la topografía del terreno. Desde Villafranca y, ya por terreno llano, enfila hacia Castro Ventosa, el Bergidum indígena, y pasando por su vertiente norte para cruzar, enseguida, el río Cúa por un puente situado frente al cementerio, hasta la mansio romana de Bergidum en la actual villa de Cacabelos. Desde aquí continuaría por un camino abandonado hasta llegar a Cabañas Raras. La pista de tierra se muda de asfalto y continúa por Cubillos hasta el río Sil, donde actualmente está el embalse de Bárcena, que transformó la topografía originaria de la zona. La vía inicia un corto ascenso hasta Congosto, para después continuar al Alto de las Murielas, tramo en que abundan los vestigios romanos y donde cabe situar los cuatro miliarios catalogados en este sector, tres de ellos anepígrafes y uno dedicado a Nerón. Atraviesa el río Noceda y llega a Bembibre, desde donde seguirá por la carretera nacional cruzando el río Boeza en Ventas de Albares. Desde allí sigue por el río Tremor hasta Torre del Bierzo, cruzando por un puente de un arco de época indeterminada. A continuación seguiría el canal de riego de La Silva hasta cruzarlo para iniciar el ascenso al puerto del Manzanal, no por las ruinas de la iglesia romana de San Juan de Montealegre, sino siguiendo las curvas del viejo caminoreal sobre el que Lemaur trazó un recorrido. En este tramo hay que mencionar dos miliarios que se recogen en un documento del siglo XVIII, que se guarda en el archivo de Simancas y que proceden de un punto situado a 1.397 metros del puente de Torre del Bierzo en dirección a Manzanal del Puerto. En el mismo puerto, a 1.230 metros de altitud y junto a la gasolinera, permanecen todavía intactos dos pequeños sectores de la caja original de la vía. El descenso desde el puerto hasta Astorga sería por la actual nacional VI hasta Rodrigatos, desde donde continuaría en dirección este, siguiendo el curso del regato del mismo nombre, hasta la localidad de Vanidodes, donde torcería en dirección sureste para unirse con el llamado camino ancho de Astorga o Rodera de la Peseta. Continúa hasta Brimeda. Allí, en la ermita de Nuestra Señora de la Natividad, existe un posible miliario. Es un lugar privilegiado para divisar Astorga, la Asturica Augusta romana, para entrar en la puerta norte de la ciudad. Su actual alcalde, Juan José Alonso Perandones, muy sensibilizado con la recuperación del patrimonio, confiesa que el trazado de las calzadas por Astorga «todavía está por precisar en una tarea que será muy difícil».

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