Se buscan donantes de cerebro
El Caule y la Asociación Alzhéimer diseñan nuevas estrategias para impulsar la donación de tejidos
Hacen falta donantes de cerebros. El Hospital de León y la Asociación Alzhéimer impulsan programas de concienciación entre la sociedad leonesa para promocionar el Banco de Tejidos Neurológicos del Hospital de León y aumentar el número de personas que se hagan donantes de cerebros para la investigación de las enfermedades neurológicas. Se necesitan por igual cerebros sanos y enfermos .
El Biobanco del Hospital de León conserva 35 muestras de tejido neurológico de personas donantes. Las primeras muestras son del año 2014, pero el número creció a partir de 2017, año en el que se realizaron siete extracciones. En 2018 se registraron ocho donaciones y en 2019 otras siete. La pandemia paralizó todo el proceso. «A partir de 2020, con motivo de la pandemia por Covid-19, las extracciones de tejido neurológico se cancelaron en nuestro banco.
Seguimos las recomendaciones del resto de bancos de tejidos neurológicos y seguimos sin hacer extracciones hasta finales de 2021 ya que todos los recursos sanitarios se destinaron a paliar los efectos de la pandemia», asegura el jefe del servicio de Anatomía Patológica del Hospital de León, José Santos Salas. Desde finales de 2021 se han realizado 4 extracciones aplicando el protocolo de ese momento con prueba PCR negativa para Covid-19. La última donación se realizó el 13 de abril de una mujer donante.
El equipo baraja varias posibilidades para impulsar la donación. Una de las ideas es adoptar en el Hospital de León lo que ya se hace en otras provincias para que los donantes de órganos también sean donantes de cerebros. Este requisito supondría una autorización adicional por parte del donante.
«Tenemos que abrir vías que permitan más donaciones», explica la gerente de la Asociación de Alzhéimer de León, Flor Juan. «Necesitamos más donantes, cualquier cerebro vale, de personas de cualquier edad. Iniciamos la sensibilización y saldremos a la calle para fomentar las donaciones en los grupos de nuestro interés, que son todas las personas que nos rodean. También hay que sensibilizar a los profesionales sanitarios».
La finalidad del Banco de Tejidos Neurológicos del Hospital de León es almacenar muestras de pacientes donantes, sanos y enfermos, con el fin de colaborar en proyectos de investigación para aumentar el conocimiento de las enfermedades neurodegenerativas. «Las peticiones de las muestras están centralizadas a través del Banco de Tejidos Neurológicos del Instituto de Neurociencias de Castilla y León (Incyl) del que formamos parte. Los investigadores se ponen en contacto con el Incyl a través de la red de biobancos y es a través de ellos que nos llegan las peticiones para enviar las muestras que sean necesarias.
Para ello es necesario que estén almacenadas en condiciones óptimas con diagnósticos precisos. La cesión de estas muestras a los investigadores, por parte del Biobanco, es siempre altruista, sin llevar ninguna contraprestación. Nosotros tan solo ponemos a disposición de la investigación el material con un diagnóstico preciso y unas buenas condiciones del tejido para que posteriormente se pueda clasificar y utilizar para distintos estudios y obtener unos resultados de calidad. Estas peticiones siempre tienen que cumplir con los requisitos éticos y legales de la normativa vigente», explica El jefe del servicio de Anatomía Patológica. Hasta ahora han cedido muestras en 3 ocasiones para distintos proyectos.
¿Es complicado el proceso de donación?
La coordinadora del Biobanco del Hospital destaca que es un procedimiento sencillo y rápido. «La extracción de la muestra es rápida, cuanto menos tiempo pase desde el fallecimiento a la extracción, mucho mejor. Lleva más tiempo el traslado del cadáver al Hospital», un proceso que organiza la Asociación Alzhéimer de León.
Las personas que quieran donar su cerebro a la ciencia tienen que dirigirse a la Asociación Alzhéimer de León, que gestiona todos los trámites.
En Salamanca está la sede del Banco de Tejidos Neurológicos del Instituto de Neurociencias de Castilla y León (Incyl-BTN), del que forma parte el Hospital de León.
Los datos están centralizados en el hospital charro, a través del que se coordina la extracción tras el fallecimiento del donante. En Salamanca está centralizado el número de donantes y los familiares de los donantes se ponen en contacto con ellos tras el fallecimiento y se activa el protocolo para la extracción del tejido.
«Pretendemos potenciar el Banco de Tejidos Neurológicos y aumentar el número de donaciones y extracciones, fundamentalmente a través de la divulgación, tanto dentro del hospital como fuera, para darnos a conocer y que la población sepa la posibilidad de donación de tejido neurológico y poder fomentar así la investigación, teniendo también un buen diagnóstico postmortem de la enfermedad padecida».
Salas destaca que la mayoría de las enfermedades neurológicas necesitan un estudio postmortem para un buen diagnóstico. «Además de la investigación, hay que destacar que la mayoría de las enfermedades neurodegenerativas necesitan un estudio postmortem para realizar un buen diagnóstico detallado de la enfermedad. Estas patologías no disponen de biopsias diagnósticas en la mayoría de los casos y se basan para el diagnóstico en datos clínicos y radiológicos.
Un diagnóstico neuropatológico detallado solo es posible realizarlo postmortem y es útil no sólo para las investigaciones posteriores sino para ofrecer al médico de referencia del paciente y a los familiares una descripción de la patología con sus connotaciones diagnósticas e incluso de cara a posibles implicaciones genéticas». El material se conserva de forma similar al resto del material del Servicio de Anatomía Patológica y el material congelado se conserva en dos ultracongeladores de -80 grados del Banco de Tejidos Neurológicos donde se encuentran perfectamente identificados.
Las muestras están a disposición de cualquier investigador que cumpla con los requisitos éticos y legales pertinentes, esto incluye los investigadores que pudieran estar en el hospital, aunque este tipo de investigaciones suelen ser más frecuentes en centros de investigación externos, normalmente especializados en patologías neurodegenerativas.
«Los donantes son personas sensibilizadas con este problema, ya por que tengan una enfermedad neurodegenerativa, pacientes con algún tipo de demencia y que suelen tener entre 70 y 90 años. Hay donantes sensibilizados porque son familiares de pacientes con demencias o cuidadores que están concienciados sobre la importancia de la investigación para aprender más sobre estas enfermedades y poder aumentar la supervivencia y mejorar el tratamiento de las mismas, así como mejorar el conocimiento sobre sus causas y las posibles vías de prevención».