La cesta básica para comerse la inflación
La alimentación no se toca. El nutricionista Emilio Blanco ofrece hoy una conferencia sobre ‘Alimentación saludable en situaciones especiales’. En este reportaje ofrece unas claves para elegir lo básico en un carro de la compra en tiempos de crisis.
El precio de los alimentos que se introducen en el carrito de la compra semanal han subido una media de un 15%, según los últimos datos de inflación anticipada que se sitúa en España en un 10,4%. Este incremento de los precios no va acompañado de una subida de los salarios lo que pone a las familias en serias dificultades para llegar a fin de mes y cubrir todas las facturas mensuales. «De lo que no se puede prescindir, de ninguna manera, es de una alimentación saludable. La alimentación no se toca. Habrá que regular otros gastos, ahorrar en otras cosas, pero no en alimentación porque se paga a corto plazo con la salud». El nutricionista leones, Emilio Blanco, que hoy ofrece una conferencia coloquio sobre Alimentación saludable en situaciones especiales , organizada por Aderle (Asociación de Enfermedades Raras de León) en la Casa de Cultura de Vilecha a las 20.00 horas, pone en valor la dieta tradicional «con moderación, sin restringir nada, ese es el secreto». Explica que «ahora más que nunca» hay que saber seleccionar los productos que se introducen en el carro de la compra y los que se quedan fuera, por muy apetecibles que puedan parecer. «La alimentación no cura enfermedades, pero sí mantiene nuestro organismo en condiciones óptimas para poder afrontar situaciones complicadas de salud a las que nos podamos enfrentar».
Como regla general, el nutricionista establece una pauta básica para llenar el carro imprescindible, que siempre hay que respetar. Cuando salgamos del mercado la mitad de la cesta tiene que ir llena de frutas y verduras, una cuarta parte de leche, carne, huevos y pescados y otra cuarta parte de cereales y legumbres. «Fuera de la cesta deben quedar todos los alimentos procesados y refinados, que son poco naturales, y suprimir totalmente las bebidas azucaradas y la bollería, que son muy cómodas y gustan, pero son ricas en azúcares, sal y grasas saturadas, muy perjudiciales para la salud y totalmente prescindibles».
Fuera suplementos sin control
La elección de los productos de la mitad de la compra se notará en las carteras si, además de una buena selección de alimentos, se opta por frutas y verduras de temporada y kilómetro cero. «De temporada, ya que será más económica, y de kilómetro cero o cercanía, ya que la microbiota del alimento será muy similar a la nuestra. En las frutas y las verduras encontraremos una gran cantidad de vitaminas y minerales».
Blanco es rotundo al afirmar que una alimentación variada con estos alimentos básicos «no necesita que se complemente con los suplementos y superalimentos que se venden «que no necesitamos, a no ser que los indique el médico por alguna carencia importante provocada por una enfermedad de base, que son muy caros y que ponen en riesgo la salud». El nutricionista hace especial incidencia en «la lucha» contra los suplementos vitamínicos «que no son necesarios» si se come de todo «y que sólo pueden estar indicados por un médico». «Nadie puede ir por su cuenta a una tienda y comprarlos. Tiene que decidirlo un especialistas porque hay personas que los toman sin una indicación médica y pueden ser perjudiciales para la salud. Hay suplementos vitamínicos que contienen doce vitaminas y minerales. Si tienes carencia de doce vitaminas y minerales es porque estás muy jodido. Eso es imposible». Blanco hace referencia a un estudio realizado con 230.000 personas. «Se ha demostrado que las personas que toman suplementos que no están indicados aumentan la mortalidad un 10%. En este estudio no se pudo demostrar el efecto de los suplementos de vitamina C y selenio, de los que todavía no se conoce el impacto sobre la salud si se toman en suplementos sin indicación profesional. Aquellas vitaminas y minerales que no necesitamos las eliminamos y para eso el organismo tiene que hacer un sobreesfuerzo».
Un 25% del espacio de la cesta debe ir ocupado con huevos, leche, carne y pescado. «Además de vitaminas liposolubles (A,D,E,K) encontraremos la Vitamina B12 sólo presente en productos de origen animal y proteínas de alto valor biológico, además de grasas imprescindibles para el correcto funcionamiento del organismo». Para Blanco la leche no es imprescindible, pero sí lo son los derivados lácteos. «Son proteínas de un alto valor biológico. Hay personas que no la toman por elección o porque son intolerantes a la lactosa. Se puede tomar leche sin lactosa, que es más cara, o quesos muy curados. Hay un error frecuente que es sustituir la leche por bebida de soja. Hay que ser consciente que estas bebidas no son leche. Al final, los veganos o vegetarianos tienen que suplementar las dietas que suplementos que les aporte las vitaminas que dejan de tomar con los alimentos, como es el caso de la vitamina B12, imprescindible, y que es de origen animal».
Los cereales y las legumbres completan el espacio disponible del carrito «a ser posible de cercanía, por el mismo motivo que las frutas y verduras. Los cereales y legumbres nos aportan gran cantidad de fibra imprescindible para el correcto funcionamiento de nuestro aparato digestivo además de proporcionarnos gran cantidad de vitaminas y minerales».
«La ingesta de hierro adecuada proviene de los productos hemoderivados (orígen animal), el hierro presente en los productos de origen vegetal es escaso y de difícil absorción», asegura. «Si una persona se alimenta siguiendo los consejos de la cesta de la compra, no tendrá ninguna deficiencia de nada; sin embargo, si existiera una patología de base, sí que se podría presentar ese déficit, siendo el profesional sanitario, nadie más, quien determine la causa y proponga la solución».
Los consejos
Según datos de las asociaciones de consumidores, la subida del Índice de Precios del Consumo (IPC) puede suponer para una familia un coste añadido de 2.800 euros al año. El 94 % de los más de 180 productos que componen la cesta de la compra se han incremento, algo que no ha pasado nunca. Por eso, la OCU, organización de consumidores, recomienda planificar las compras y sólo pagar por lo que se necesite porque además se evitará tirar comida, y si queda alguna sobra optar por reutilizar o congelar.
«Una buena opción es buscar las ofertas, pero cuidado con las grandes compras, sobre todo de productos frescos con poca fecha de caducidad que al final pueden acabar en la basura». También coinciden en la necesidad de localizar agricultoras y agricultores de la zona y acudir a puntos de venta directa o mercados locales e incluso plantearse unirse a un grupo de consumo para poder acceder a productos locales y ecológicos de manera más económica, informa la agencia Efe, que se hace eco del manual práctico y de una serie de recomendaciones que algunos consumidores deberían considerar para poder llegar a fin de mes porque «va a ser un mal otoño para la mayoría de las familias, especialmente las más vulnerables: se van a encontrar con un incremento generalizado de todos los precios prácticamente».