Se destapa el fraude de los cursos de fitosanitários

cristina fanjul | león

Más de cuatro mil personas afectadas y alrededor de medio millón de euros de presunta estafa. Este es el saldo de la actividad que dos empresas, una gallega y otra leonesa, han llevado a cabo durante los últimos dos años. Fuentes de toda solvencia han asegurado a DIARIO DE LEÓN que esta trama, que está a punto de destaparse, ‘vendía’ carnets para la adquisición y manipulación de productos fitosanitarios. Y los ‘vendía’ porque muchos de los alumnos que pagaban por estos cursos no realizaban el curso que garantizaba su formación.

Además, la mayoría de ellas no necesitaban el carnet que les acreditaba para el uso de plaguicidas, ya que tan sólo los utilizaban para pequeños huertos destinados al autoconsumo y éste se requiere únicamente si los productos se van a destinar a consumo de terceros o se usan en grandes explotaciones. «Se metió miedo a muchos, asegurándoles que nadie les vendería sulfatos si no se hacían con el carnet», señalan las citadas fuentes.

Estos cursos se realizaban de manera online pero requerían de una serie de clases presenciales. En Castilla y León estaba autorizada la formación privada, no así en Galicia, comunidad en la que la Xunta monopolizaba los cursos. Sin embargo, y debido a la gran cantidad de demanda, el gobierno gallego autorizó a empresas para que impartieran la formación presencial. Dos empresas coparon el mercado: una gallega y otra leonesa. Ambas ofrecían 25 horas de curso por ordenador y otras nueve de manera presencial. Las nueve presenciales se realizaban los fines de semana y tuvieron como escenario varias localidades del Bierzo, como Cacabelos, Villafranca del Bierzo o Carracedelo. «Todos los sábados se fletaban autobuses para que los alumnos realizaran las nueve horas de prácticas. Las pruebas se hacían ese mismo día», explican.

Cada sábado llegaban alrededor de 500 personas al Bierzo con este fin y cada una de ellas pagaba cien euros. Había fines de semana que estas empresas se embolsaban 80.000 euros.

Pero ese no era el único problema. El problema llegó cuando se descubrió que el 90% de los alumnos que hacía la formación online previa a las prácticas lo hacía desde la misma dirección IP. «Había gente que empezaba el curso el lunes a las 10.00 y a las 10.20 lo había terminado», alertan. Además, denuncian que desde la misma IP también se hacían muchas de las pruebas. Entre los alumnos había personas con dificultades para escribir, muchas sin conocimientos de informática y otras tantas que no tenían acceso a internet. DIARIO DE LEÓN ha podido saber que se han fiscalizado los exámenes para descubrir que en numerosas ocasiones las preguntas se sabían de antemano.

Como la empresa gallega no tenía la posibilidad de realizar la formación online puesto que la Xunta no lo permitía, llevaba a los alumnos al Bierzo a que realizaran allí las pruebas. De hecho, el pasado mes de marzo, la Consejería de Medio Rural de la Xunta de Galicia anunció que no expediría el carné de manipulador de fitosanitarios a los agricultores y profesionales gallegos que se inscribieron en los cursos semipresenciales que impartió la empresa de León hasta que la Guardia Civil no determinara si de las pesquisas realizadas se desprendía la necesidad de iniciar una investigación.

Sospechas desde febrero

El 12 de febrero, la organización agraria Asaja llevó al Consejo Regional Agrario las posibles irregularidades de estos cursos. El sindicato manifestó sus dudas sobre la efectividad de las clases y dejaba traslucir que las prácticas se organizaba en fin de semana para eludir los controles de la administración.

Por su parte, la Junta aseguró que la empresa tenía la homologación para impartir los cursos de fitosanitarios on line y destacaba que la formación a distancia representa el 3% de los 1.678 cursos sobre la materia impartidos en la comunidad en 2015.