Eloy Revilla: «El lobo es cabeza de turco de la baja rentabilidad de la ganadería»

«La ganadería extensiva tradicional tiene un problema de rentabilidad y eso está haciendo que se responsabilice al lobo, el oso o las enfermedades en el sector. La ganadería en extensivo tiene un problema de supervivencia muy importante a corto y medio plazo. Si eliminamos el lobo de la ecuación, los problemas son los mismos. Y eso pasa en León, Córdoba o Granada. No hay que confundir a la gente y utilizar una aproximación más realista para resolver el problema». El biólogo leonés Eloy Revilla, director de la Estación Biológica de Doñana, participa hoy en León en el XVI Curso de Actualidad Científica y Cultural de la Universidad de León y la Fundación Carolina Rodríguez con la conferencia Los retos de la conservación de la biodiversidad en el siglo XXI, una iniciativa que cuenta con once ponentes que abordarán diferentes enfoques de los Objetivos del Desarrollo Sostenible 2030.

Eloy Revilla destaca que es imposible que la ganadería intensiva competa con la industrial. «Ese es el problema de la provincia de León. Si ponemos a competir terneros que viven del pasto con los que viven de cebadero industrial no hay manera de que salgan las cuentas» Revilla asegura que, a pesar de que la conservación de la biodiversidad es muy importante «no somos conscientes» porque hay gente que piensa que «conservar la biodiversidad es como conservar un cuadro en un museo, que es algo que nos podemos permitir si tenemos los recursos para hacerlo, y si no es así, no pasa nada». Para Revilla, la realidades otra. «Las personas somos parte de esa biodiversidad, y todo lo que hagamos al medio ambiente nos repercute de manera directa». El profesor de investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas asegura que es prioritario «que nos concienciemos de lo importante que es conservar un medio ambiente sano para poder obtener los servicios de los que dependemos, desde un aire respirable a un agua dulce en condiciones.

«Hay que ver el medio ambiente de una manera distinta porque somos parte de él, no estamos fuera del sistema». Una de las prioridades para conservar la biodiversidad «es darse cuenta de que no se puede ir en contra de la manera de funcionar tradicional, como ha ocurrido en una provincia como León, donde estaba mucho más arraigada y funcionaba de una manera más acompasada a los ritmos naturales, mientras que la manera en la que se explota ahora mismo el campo es mucho más intensiva, lo que genera muchos problemas ambientales que van a acabar repercutiendo también en la propia agricultura y ganadería.

Los cambios tienen que ver con cómo la gente utiliza el territorio y no se puede olvidar que la gente de la ciudad depende al 100% de lo que se hace en el campo». El biólogo leonés cree que la conservación de la biodiversidad pasa por medidas locales y más globales. «Algunas son sencillas, como la conservación de una especie concreta, y otras más complicadas que pasan por el cambio de la manera que tenemos de relacionarnos con el medio ambiente, como por ejemplo reformar la Política Agraria Común (PAC) y hacer un cambio de patrones de consumo a nivel global. Esos cambios se van a producir y se harán de manera organizada o caótica».

Los recursos son limitados. «No hay para todos, lo que hay que hacer está claro, pero no sabemos cómo. Yo no lo llamaría decrecer. El axioma de la economía actual es consumir cada año más y eso significa dinero, que es igual que decir materia, recursos y energía. No podemos crecer indefinidamente. Se trata de medir bien las decisiones y ser felices. Los sectores que critican los Objetivos Sostenibles 2030 lo hacen porque no se los ha leído. Queremos que todos tengan una sanidad mejor, una agricultura y ganadería que sea parte central del desarrollo de la humanidad». La conferencia comienza las 19.30 horas en el Aula Magna de la Facultad de Biológicas