La Junta sigue adelante con el confinamiento de Ponferrada

La Junta de Castilla y León tiene previsto publicar hoy en el Boletín Oficial de Castilla y León (Bocyl) la orden de medidas de confinamiento perimetral de Ponferrada y alguna pedanía, unas restricciones iguales a las que ya están vigentes en León y San Andrés. La Consejería de Sanidad sigue adelante con la decisión de aumentar las restricciones, suspendidas hasta la celebración del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (SNS), presidido los ministros de Sanidad, Salvador Illa, y de Política Territorial, Carolina Darias. En la reunión se decidió aplazar la declaración del toque nacional, una medida en la que estaban de acuerdo todas las comunidades con las reticencias de Madrid, Euskadi y Cataluña, pero que necesita una figura jurídica para ponerla en marcha sin recurrir al estado de alarma. Está decisión se tomará en la reunión el consejo el próximo jueves. Mientras tanto siguen vigentes las restricciones en León y San Andrés del Rabanedo.

La Agrupación Municipal del PSOE de Ponferrada, a cuyo frente está el propio alcalde, Olegario Ramón, lamentó ayer «los errores de comunicación de la Junta que «han provocado gran confusión entre los habitantes y graves daños en los negocios que sustentan la economía local». Por eso, pidió «mensajes claros».

La consejera de Sanidad de Castilla y León, Verónica Casado, trasladó al Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (SNS) la necesidad de adoptar medidas más contundentes para frenar la expansión de la covid-19, como el toque de queda, que cuenta con el respaldo de la Junta «y que tiene que definirse cuanto antes».

El Gobierno autonómico propone intensificar y endurecer las medidas ante la confirmación de que Castilla y León se encuentra, de nuevo, en el nivel de transmisión comunitaria. Tomará como referencia el documento aprobado en el seno del Consejo Interterritorial bajo la denominación de Actuaciones de respuesta coordinada para el control de la transmisión de Covid-19 , en el que se establecen diferentes actuaciones para dar una respuesta coordinada a distintos niveles de alerta, mediante un proceso de evaluación del riesgo con base en un conjunto de indicadores epidemiológicos, de capacidad asistencial y de salud pública. Algunas de esas medidas ya están en vigor en Castilla y León

La Junta espera un empeoramiento de la pandemia en las próximas semanas, con la llegada del frío, «lo que supondrá el aumento de los ingresos hospitalarios y de las consultas en los centros de salud, con el consiguiente riesgo de que el sistema pueda colapsar», dice la nota.

Por ello, la consejera de Sanidad, Verónica Casado, ha insistido en que hay que tomar decisiones urgentes tanto en el ámbito sanitario —reorganización y refuerzo—como en el no sanitario, que es donde se dirige el documento aprobado ayer. Algunas de las medidas de ese documento ya están vigentes en León y San Andrés del Rabanedo, como el limite hasta las 23.00 horas de la apertura de todos los establecimientos no esenciales, como bares y tiendas, la limitación de las reuniones familiares y la recomendación a sus habitantes salir de casa «solo lo necesario».

El documento señala que los principales ámbitos de transmisión de los casos se produce la mayoría en reuniones de familiares y amigos, con lo que «se consideran eficaces» medidas como la limitación del número de personas en las reuniones, sobre todo en interiores. En Castilla y León ya está fijado un máximo de seis personas.

También son eficaces relacionarse «en burbujas sociales estructuradas en grupos de convivencia estable» o permanecer en el domicilio salvo lo estrictamente necesario.

El documento aprobado solo con las abstención de Madrid y País Vasco, aconseja, además, promover todas aquellas actividades que se puedan realizar al aire libre y promover el cierre o la reducción de aforos de los establecimientos en los que no se pueda garantizar una adecuada ventilación y un cumplimiento de las medidas de prevención e higiene.

En cualquier caso, la decisión sobre qué medidas y cuándo aplicarlas será de las comunidades, que tienen que trasponerlo a sus normativas, aunque deben informar antes de su implantación al Ministerio de Sanidad.

Ocho indicadores

La propuesta de Sanidad, que ya fue debatida en el Consejo Interterritorial de la pasada semana, establece dos bloques con ocho indicadores de valoración del riesgo, con hasta cinco niveles: nueva normalidad, bajo, medio, alto y extremo. Cada una requiere restricciones específicas y que deberán trasponer las comunidades a sus normativas.

El ministro de Sanidad, Salvador Illa, desveló que Castilla y León solicitó por escrito limitaciones a la movilidad nocturna, y que fue secundada por la Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha y Andalucía. «Hemos discutido esta posibilidad (del toque de queda), pero no ha existido un amplio consenso, así que hemos convenido que hacía falta seguir madurando la decisión y seguiremos tratando este asunto en el futuro. Hay que ver muy bien cómo se aplica, dónde se aplica y con qué alcance», afirmó Illa.

Sin esperar este marco jurídico para toda la Península, la Comunidad Valenciana y la Junta de Andalucía anunciaron ayer toques de queda. El presidente valenciano, Ximo Puig, avanzó que su Gobierno restringirá los movimientos entre las 12 de la noche y las 6 de la mañana en toda la comunidad. «Sólo podrán estar en la calle quienes vayan a trabajar, a atender urgencias sanitarias o a cuidar a dependientes», dijo Puig, que pretende acabar así con los botellones y las fiestas nocturnas. .La Junta de Andalucía decretó el toque de queda, desde las 23.00 hasta las 06.00 horas, en la ciudad de Granada y en treinta municipios de su área metropolitana, a la espera de la resolución, del Tribunal Superior de Justicia.