El sin techo que venció a la calle

Abocado a vivir en la calle desde niño, víctima de los abusos, el alcohol y las drogas, Antonio Manuel Da Silva Coelho Ferreira encontró su hogar en León tras dormir al cobijo de unos cartones a los pies de su catedral, como antes lo había hecho en Lugo.

En la casa hogar de San Vicente de Paúl sintieron su muerte, el día de Navidad en el Hospital Monte San Isidro, con mucha tristeza. Antonio había logrado rehacer su vida con la ayuda de la Sociedad San Vicente de Paúl, a donde llegó derivado por la trabajadora social Margarita Tamame Iglesias cuando estaba destinada en el hospital. Antonio venció a la calle y al alcohol, se curó de hepatitis C y superó una operación de corazón, pero su cuerpo, debilitado por la vida que arrastró, y luchaba contra un cáncer de hígado, se apagó «sin dar un ruido», mientras dormía.

Se fue con su eterna sonrisa. Antonio ha dejado huella en la casa que le acogió y el corazón de las profesionales que le han ayudado. «Cogió la oportunidad» que se le brindó de salir de la calle. Estaba muy agradecido y muy integrado en la casa hogar, que en apenas cuatro años le brindó todo el calor que no había recibido en toda su vida. Tenía 55 años y su rostro quedó inmortalizado en el retrato de Noé Baranda, para Fundación Alimerka, que se verá próximamente dentro de la exposición ‘Nuestros vecinos invisibles’. Descanse en paz.