Memoria histórica
León hace por primera vez un inventario de los vestigios de la Guerra Civil
Inventario del Frente del Norte y Frente de Madrid. La Universidad de León, a través del grupo Hismecon, realiza el inventario del patrimonio bélico de la Guerra Civil en los frentes que se libraron en la actual Castilla y León en convenio con la Junta.
Un equipo multidisciplinar que dirige el profesor de Historia Contemporánea de la Universidad de León y director del grupo Hismecon, Javier Rodríguez, realizará a lo largo de este año el inventario de fortificaciones, búnkeres, trincheras, casamatas y otros elementos constructivos que se levantaron durante la Guerra Civil en el frente norte y el frente de Madrid en el actual territorio de Castilla y León.
El trabajo se desarrolla mediante un convenio de la Dirección General de Patrimonio de la Consejería de Cultura con la Universidad de León con un presupuesto de 99.000 euros y abarca las provincias de León, Palencia y Burgos, en las que se desarrolló el Frente del Norte entre julio de 1936 y octubre de 1937, y las provincias de Segovia y Ávila, que formaron parte del Frente de Madrid entre julio de 1936 y a lo largo de 1938. También se documentarán algunos restos en la provincia de Soria donde apenas duró unos días la confrontación bélica.
Enclaves bélicos
El trabajo se inició con la fase de investigación documental y archivística en la que se consultarán fuentes directas en el Archivo General Militar de Ávila y el Centro Documental de la Memoria Histórica de Salamanca. A partir de ahora, con la primavera, empezarán las visitas in situ de los vestigios.
«Se documentarán tanto elementos inmuebles como trincheras, parapetos, casamatas, búnkeres, etc. como materiales bélicos y objetos que ilustran la vida cotidiana en el frente», explica Javier Rodríguez, director del proyecto. Los expertos del servicio de Cartografía de la ULE se ocuparán de realizar los mapas y las fotografías, que incluyen imágenes cenitales de los enclaves tomadas por drones y también vídeos.
El objetivo es «aumentar el conocimiento histórico sobre la Guerra Civil en las provincias que tuvieron frentes de guerra dentro del territorio de la actual Castilla y León, proteger estos enclaves, que tienen que tener igual trato que otros vestigios anteriores a la época contemporánea, y, como último paso, sentar las bases para, si hay continuidad, ponerlos en valor no sólo para hacer rutas turísticas, sino también centros de interpretación con fines educativos e históricos», explica Rodríguez.
El trabajo se encuadra dentro de las Humanidades Digitales, que incluye la investigación mediante métodos tradicionales y nuevas tecnologías.
Se trata de un equipo multidisplinar con perfiles de Historia Contemporánea, Cartografía, especialistas en Información y Documentación, Antropología, Arquitectura y otros dirigido por Javier Rodríguez y coordinado por Javier Revilla Casado, ambos profesores de Historia Contemporánea en la Universidad de León. De Archivos Militares se ocupa la doctora Beatriz García Prieto. La doctoranda Ana Cristina Rodríguez Guerra desarrolla la base de datos junto con Clara Ramos Huerga y Elena Rodríguez Álvarez. María Luisa Alvite Díez y Leticia Barrionuevo Almuzara llevan la parte de Información y Documentación. Por el Servicio de Cartografía de la ULE están Sergio Alberto Peña Pérez, Alberto Prieto Sarro y Miguel Álvarez. Armando Ruiz Campo, gestor del proyecto, completa el equipo de la ULE. Además, existen colaboradores externos para coordinar los trabajos de cada provincia y que aportan otras especialidades. El arquitecto Eloy Algorri García se ocupa de la provincia de León, Wifredo Román Ibáñez de Palencia y el antropólogo Jesús Castrillo Yagüe, de Burgos. Para Segovia se cuenta con Eduardo Juárez Valero y para Ávila con Pablo Schnell Quiertant.
Los trabajos realizados por el grupo de investigación Hismecon (Historia y Memoria Contemporánea) de la ULE, que ya ha inventariado el patrimonio bélico de Babia y ha hecho prospecciones en fortines como Las Fanas (Genestosa-San Emiliano) y el Regatón (San Emiliano), además de otros trabajos en la zona de Matallana de Torío «llamó la atención en la Junta, donde vamos depositando la información, y propusimos hacer el inventario de Castilla y León», explica el director del proyecto.
«La ciudadanía tiene cada vez más conciencia del episodio y quiere conocer y no cabe duda de que también se trata de un recurso educativo y turístico que puede contribuir al asentamiento de población», concluye Javier Rodríguez que confía en que el proyecto tenga continuidad.