El nieto de un paseado pide ayuda a la Junta para exhumar en una finca privada
También recurre al Procurador del Común tras la inhibición del juzgado de Ponferrada al que recurrió
Terreno donde supuestamente está enterrado Gundín.
El nieto de un vecino de Cobrana asesinado en 1936 ha recurrido al Procurador del Común y a la Junta de Castilla y León en busca de ayuda para exhumar a su abuelo, enterrado en una fosa común en la carretera de Magaz de Abajo (Camponaraya) que hoy se encuentra supuestamente dentro del jardín de una vivienda particular. Bienvenido García ha decidido acudir a la administración autonómica y al defensor del pueblo de la comunidad después de que el juzgado de Ponferrada al que solicitó autorización para entrar en la propiedad, en vista de que el dueño no autorizaba la exhumación, se haya inhibido del caso argumentando que el asesinato de su abuelo, Francisco Gundín, ya ha prescrito.
«El juez nos ha dicho literalmente que acudamos a la autoridad, como si él no fuera autoridad», contaba ayer García, que inició la búsqueda de su abuelo hace cinco años y no pretende sentar ante la Justicia a los culpables del asesinato, sino recuperar sus restos.
La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) ya realizó en su día catas en la zona donde se sabe que está enterrado Gundín junto a un matrimonio de Congosto. La ARMH no tiene ninguna duda de la ubicación del cuerpo de Gundín, que dejó cinco hijos, porque su esposa logró que las autoridades le entregaran en su día un acta de defunción de su marido.
A Gundín lo sacaron de su casa en Cobrana el 17 de noviembre de 1936 y lo subieron a un camión con más gente del pueblo. Al llegar a Congosto, bajaron a la mayoría de los cautivos otra vez, menos a Gundín y a un matrimonio del pueblo, formado por Filomena Ferrero y José Soto. En la curva de Magaz de Abajo los fusilaron a los tres y los enterraron en un lugar que hoy se encuentra entre un rosal y un seto, dentro de una propiedad particular.