Reportaje | r. arias
Una «terapia» cariñosa
Treinta y cinco sesiones para potenciar el altruismo y alentar los proyectos personales de futuro de unos chicos difíciles
Son 17, pero probablemente el «plan de choque» que se aplica a los menores incluidos en el programa «Construyendo mi futuro» sea extensible a cientos de adolescentes ponferradinos que hoy en día responden al patrón común de un egoísmo exacerbado y una indisciplina amargadora para sus padres o profesores.
Los expertos del programa municipal han estructurado éste en cinco módulos de aproximadamente siete sesiones cada uno. Los objetivos son muy precisos.
De un lado generar sentido de grupo entre estos chicos y chicas complicadas para favorecer la cohesión y la identidad grupal. De otra parte fomentar su expresividad en cuanto a que compartan sus vivencias personales y no se encierren en sí mismos.
Además se trata de potenciar sus sentimientos altruistas y comportamientos prosociales. El módulo cuatro pone el acento en el descubrimiento de la planificación del futuro de cada uno y la posibilidad y necesidad de definir proyectos personales. Y en último término, se procura estimular el sentimiento de valía y aportación personal de cada adolescente en estos cercanos como el familiar, el escolar o incluso el laboral.