Coiper suspende pagos y plantea el despido de más de 150 trabajadores

La empresa eólica Coiper 2000, perteneciente a uno de los mayores grupos empresariales de la provincia, se encuentra desde el pasado martes en suspensión de pagos y se plantea el despido de entre 150 y 170 trabajadores de los casi 250 que mantiene en plantilla. La sociedad del grupo Comonor, de la familia Franco, no ha podido convencer a la Junta de Castilla y León para que le avale el crédito de 10 millones de euros que habría concertado con una serie de entidades bancarias para reflotar la empresa y a punto de que concluya el expediente temporal de regulación de empleo que está afectando a la mayor parte de la plantilla, ha optado por entrar en un concurso de acreedores, según informó ayer la dirección al comité de empresa.

La dirección puso sobre la mesa el despido de la mayoría de la plantilla, manteniendo entre 50 y 70 empleos para hacer frente a un pedido de torres ya contratado. Paralelamente, la empresa ha decidido enviar de vacaciones durante 15 días a todos los trabajadores afectados por el actual expediente de regulación de empleo, a partir de su conclusión, el próximo lunes día 25.

El comité de empresa mostró ayer su descontento con los planes de la dirección y anunció que luchará para evitar un despido tan masivo. «Si hace falta manifestarse nos manifestaremos», aseguró el delegado del comité, José Peláez, al término de la reunión, convocada además a petición de los sindicatos y no de la empresa.

El comité de empresa está dispuesto a negociar con los administradores concursales para evitar medidas traumáticas y también apeló en una nota a la Junta de Castilla y León «para que se implique y con ello conservar el mayor número posible de trabajadores». El comité ya ha convocado a la plantilla a una asamblea que tendrá lugar mañana día 22 a las 17.00 horas en la sede de UGT en Ponferrada para votar las medidas de presión que se adoptarán a partir de ahora.

«No estamos por la labor», adelantó Peláez, partidario de haber prorrogado el actual expediente de regulación de empleo (ERE) para ganar tiempo en lugar de entrar en suspensión de pagos. Peláez advirtió de que hasta una docena de trabajadores que se quedaron fuera del ERE llevan desde agosto sin cobrar su nómina y la empresa adeuda «alguna mensualidad» a prácticamente toda la plantilla.