Ponferrada invertirá 30 millones, pero sus cuentas se retraen al nivel del 2005
El alcalde adelanta que el recorte de los tributos del Estado al municipio situará los presupuestos municipales para el 2010 en torno a los 60 millones de euros
Las autoridades municipales y de la asociación vecinal, ayer, con el centro cívil al fondo
El Ayuntamiento de Ponferrada mantendrá este año su nivel inversor, e incluso podría elevarlo. Pero, eso sí, será a cuenta de sumar las aportaciones de las arcas municipales, de la Diputación, de la Junta, del Estado y también de alguna que otra contribución privada, como es el caso de Endesa. De esta forma, para el presente ejercicio Ponferrada tendrá un capítulo de inversiones reales en torno a los 30 millones de euros, según adelantó ayer su alcalde, el popular Carlos López Riesco.
En estos momentos el presupuesto general municipal no se puede concretar porque falta por conocer con precisión la aportación del Estado. Sin embargo, la cifra estimativa estará en torno a los 60 millones de euros. Esto significa que el poder de las cuentas generales de ingresos y gastos del primer Ayuntamiento del Bierzo por número de población retrocede unos cinco años.
La última vez que la capital berciana tuvo un presupuesto de 60 millones de euros fue en el 2005. En concreto 60.381.678, euros. Como dato de referencia, el último presupuesto municipal vigente, el del 2008, ascendió a 75.439.615 euros. Hace veinte años, en 1990, las cuentas generales anuales de Ponferrada ascendían a 16 millones de euros.
El alcalde quiso dejar ayer bien claro que si este año, -"con una crisis económica galopante-", el Ayuntamiento será capaz de invertir en mejoras para sus ciudadanos 30 ó más millones de euros no se debe al presupuesto eminentemente municipal, si no a la contribución general del resto de las administraciones públicas. De hecho, la cifra general disminuirá en las cuentas previstas -"todavía por aprobar para este año-" de forma muy considerable. Todo debido a que la Administración central ha pegado un «tijeretazo» a su aportación, que ya ha desatado el malestar y recelos de la Federación Nacional de Municipios y Provincias. Riesco calificó como de «injusto» y «obsoleto» el esquema general de financiación de los ayuntamientos por parte del Estado tras resaltar que de esa forma, con crisis económica y recortes agudizados, es muy difícil gestionar.