Uminsa anuncia un ajuste duro en sus centros de Fabero por el boicot de IU
El grupo Alonso, que emplea a unos 200 trabajadores en la zona, anuncia al comité una regulación, harto de las denuncias de la coalición sobre sus proyectos
El grupo Victorino Alonso estalló ayer y anunció ajustes laborales ante el bombardeo de denuncias que sufren tanto sus actividades como sus proyectos en Fabero por parte de IU. Y no fue una amenaza. La dirección de Uminsa notificó oficialmente al comité, por la mañana, una regulación de empleo.
La compañía está harta de las trabas del grupo de concejales de IU al desarrollo de las labores en sus centros mineros de la zona y también a proyectos de la dimensión de su planta de neumáticos de grandes dimensiones. La respuesta del grupo Alonso podría afectar a cerca de 200 trabajadores.
El lavadero, la gota decisiva. La gota que ha colmado el vaso, según fuentes de la empresa, es la orden de suspensión y paralización del lavadero de carbón Alicia en las antiguas instalaciones de Combustibles de Fabero.
La regulación, según el expediente que ayer mismo mostró la dirección de Uminsa al comité de Alinos, tendrá un efecto dominó. Afectaría a todo el personal del lavadero, al de las empresas de transporte de mineral para la instalación, y proporcionalmente a los operarios del cielo abierto de la Gran Corta e incluso a algunos de interior. El comité reaccionó prometiendo gestiones urgentes ante el Pleno del Ayuntamiento e incluso ante la dirección de IU. Ante esto, la empresa frenó la presentación del expediente. Los ediles de IU han denunciado al grupo de empresas de Victorino Alonso, casi siempre en paralelo con el alcalde, el socialista Demetrio Alfonso Canedo.