El alcalde pide al subdelegado que obligue a Uminsa a cerrar el lavadero
El regidor de Fabero declara hoy por la presunta prevaricación de la que le acusa IU por permitir que la instalación del grupo Alonso haya funcionado sin licencia
Camiones de Uminsa trabajando en el lavadero de Fabero, durante la pasada semana.
El reiterado incumplimiento de la empresa Uminsa del precinto de su lavadero de carbón en Fabero, decretado el pasado lunes por el Ayuntamiento ante la falta de licencia municipal de las instalaciones, ha llevado al alcalde, el socialista Demetrio Alfonso Canedo, a reclamar ayuda la Subdelegación del Gobierno en León y a la Junta de Castilla y León para obligar a la compañía del grupo Alonso a respetar el cierre. El absoluto desprecio a la legalidad de la empresa minera, que se ampara en la presentación de un recurso contra el precinto para continuar su labor, ha hecho que el regidor remitiera el pasado viernes sendos escritos al subdelegado del Gobierno y a la administración autonómica, responsable de la concesión de la licencia ambiental de la que también carece el lavadero, reclamando auxilio.
Canedo -”que hoy declarara a las 9.30 horas en el juzgado número cinco de Ponferrada para responder al delito de prevaricación del que le acusa IU por haber permitido que el lavadero funcionara sin licencia municipal en los últimos años-” recalcó a este periódico que el Ayuntamiento no dispone de los medios necesarios para hacer cumplir el precinto, de ahí su petición de auxilio a la Subdelegación del Gobierno, de quien en última instancia dependen las fuerzas del orden, y a la Junta de Castilla y León.
El alcalde se presentará ante el juez que instruye la denuncia de IU con el aval del precinto decretado la semana pasada y los escritos reclamando el auxilio de las administraciones superiores para obligar a Uminsa a respetar la ley. IU reprocha a Canedo, sin embargo, que se haya decidido a actuar sólo una semana antes de su declaración y después de que la denuncia por supuesta prevaricación haya calado en los juzgados de Ponferrada.
En cualquier caso, el precinto decretado por el Ayuntamiento de Fabero no ha servido para que Uminsa dejara de trabajar en el lavadero durante la última semana. Además del recurso presentado contra el precinto, la compañía también ha usado como coartada sociolaboral el empleo que se pondría en peligro si se echara el cerrojazo a las instalaciones que funcionan con una licencia industrial, pero sin licencia municipal ni ambiental.