Cerrar
Publicado por
León

Creado:

Actualizado:

Opinión | vicente mirón vázquez

secretario general de cc.oo. en el bierzo

Salario es el pago que recibe de forma periódica un trabajador/a de mano de su empleador a cambio de que este trabaje un tiempo determinado para el que fue contratado» «El empleado/a recibe su salario a cambio de poner su trabajo a disposición del jefe». «El salario es el elemento principal en la negociación de un contrato de trabajo y por tanto una contrapartida en una relación bilateral».

No me extenderé en explicar lo que desde Santo Tomás de Aquino, pasando por Adam Smith y hasta Karl Marx, entienden por un salario justo. Solo una referencia escueta a lo que este último sostenía, que no era otra cosa que, en los sistemas capitalistas rara vez los trabajadores/as recibían una remuneración superior a la necesaria para mantener su nivel de subsistencia ya que el exceso del valor del producto final se lo apropiaban los capitalistas incrementando sus beneficios, a esto se le llamaba plusvalías.

Haré ahora una reflexión sobre condiciones laborales relacionadas con la Organización de la Empresa y dentro de esta «El Estilo de Mando». Pues bien, según los expertos, este depende del propio estilo del empresario, de sus colaboradores y de la situación donde se desarrolle.

Dentro de estos estilos aparece claramente significado uno de ellos, el autoritario, que se caracteriza por ejercer su autoridad con un carácter moralista envuelto en una cierta capacidad de síntesis, lo que puede dar a entender de forma momentánea que dota sus decisiones de una mayor eficacia, pero por otro lado, mantiene desmotivados a los miembros de su empresa, ya que solo el jefe toma las decisiones y los demás deben obedecerlas sin más, puesto que él dice ser el que más sabe y además en algunos casos añade a todo esto que el es el dueño. Por último y para configurar su esquema dice mostrarse inmunizado tanto ante el halago como ante las criticas.

¿Por qué todo lo anterior?, pues sinceramente porque creo que retrata a un sector el de la minería privada y dentro de este un Grupo de Empresas que lleva el nombre de su propietario Victorino Alonso.

Empresario éste, que creo sinceramente cumple con los cánones apuntados anteriormente, puesto que no duda en utilizar los salarios ya devengados por sus empleados como elemento de presión ante terceros, en este caso la Administración, que es quien pone nuestro dinero para que este logre mayores plusvalías.

¿Y por qué ésto es así, si el carbón se explota con una autorización administrativa?.

Pues convengan conmigo que esto es así porque aquellos a los que votamos para que nos representen así lo quieren. Parece poco probable además que esto cambie, pues no se observa ninguna medida por parte de la administración gobernada por el PSOE y que fue la que puso en manos de este empresario la MSP, germen de este grupo empresarial, para que les hiciera el trabajo que tan eficazmente parece realizar.

Tampoco cabe esperar nada de la Administración que dependa del PP que tuteló esta misma situación cuando estuvo en el Gobierno central y la mantiene día a día desde la Junta de Castilla y León.

Pero como en todas las casas cuecen habas, en la mía no podía ser menos y creo sinceramente que las Organizaciones Sindicales debemos reconsiderar si estamos haciendo bien nuestro trabajo, cuando no conseguimos por ejemplo que los trabajadores de Uminsa se movilicen ante el impago de los salarios que ya han generado( solo se han movilizado los de Brañuelas) y acepten el chantaje o la provocación de no percibir las nóminas como si fueran los culpables de la falta de acuerdo en el incremento del 2% en el precio de la tonelada de carbón que compra la empresa publica Hunosa.

Parece imposible que este sea el motivo por el cual no entra el jornal, ya generado en casa de los mineros, lo que hace entre otras cosas que se resienta todavía más la maltrecha economía de nuestras comarcas mineras. Por eso: representantes del Gobierno central, de la Junta de Castilla y León compañeros/as de las Organizaciones sindicales, reconociendo de antemano que se debe tener sumo cuidado con la respuesta que se ha de dar a estás provocaciones.

«¿Hasta cuándo vamos a seguir siendo rehenes de esta situación?».

Cargando contenidos...