Vitro plantea despedir a 30 obreros tras una nueva caída en la previsión de obra
El comité de empresa propone a la dirección reorganizar el trabajo en la factoría de Toral de los Vados para rebajar los costes de producción sin nuevas bajas
Un nuevo ajuste laboral planea sobre la factoría de Vitro Cristalglas en el polígono industrial de La Rozada (Toral de los Vados) tras la caída de algunos pedidos con los que contaba la empresa. La dirección de la planta ha propuesto al comité de empresa el despido de un seis por ciento de la plantilla -”que podría suponer la salida de un treintena de trabajadores-” pero la representación social ofreció ayer alternativas para rebajar los costes de producción sin tener que prescindir de nadie.
«No queremos que se despida a nadie y creemos que reorganizando el trabajo podemos bajar los costes», explicó ayer el presidente del comité de empresa, José Manuel González. La representación de los trabajadores confía en convencer a la empresa, que hoy debería dar una respuesta a la propuesta sindical y que en un primer momento planteó un ajuste más drástico. «El pasado viernes teníamos sobre la mesa un recorte fuertísimo. Ahora estamos en la mitad de lo que proponían», aseguró González, revelando las negociaciones que el comité lleva manteniendo con la dirección de la fábrica de vidrio en el transcurso de los últimos días.
La multinacional del vidrio mantiene a unos 450 trabajadores en la planta de producción de La Rozada y en las oficinas y el almacén que todavía funciona en Camponaraya, donde se ha dejado de fabricar vidrio. La compañía ha ido recortando el empleo en sus instalaciones del Bierzo en los últimos dos años, aunque en los meses recientes había estabilizado su producción, concentrándose en la fábrica de La Rozada.
Ajuste menos traumático. El comité de empresa considera que el nuevo ajuste laboral se puede evitar mejorando la forma de trabajar en la factoría y tiene previsto celebrar una reunión interna en el día de hoy, una vez que conozca la respuesta de la dirección de la compañía a su contraoferta. «Lo que queremos es que la solución sea lo menos traumática posible», insistió el ugetista José Manuel González.