63,5 hectáreas «ventiladas»

d continuada que la empresa ha esgrimido en su recurso para sostener la legalidad de su laboreo en Las Médulas, en los tribunales ha pesado mucho más el detalladísimo informe de la Guardia Civil sobre el impacto de Catisa en el entorno del antiguo yacimiento aurífero romano. El informe en cuestión sale a relucir en párrafos capitales para ratificar la suspensión de la actividad. «Frente a lo que se alega por la entidad mercantil apelante, el transcurso del tiempo en el ejercicio de la actividad extractiva de que se trata, sin contar con las correspondiente licencias, no sólo no impide el otorgamiento del a medida cautelar solicitada por el Ministerio Fiscal sino que determina su pertinencia», sostiene el TSJ. Al hilo de lo cual destaca que dicha actividad, «aparte de la que se realiza en el ámbito del espacio natural de Las Médulas, supone una importante transformación de la realidad física del terreno, que afecta nada menos que a 63,5 hectáreas, como se indica en el citado informe de la Guardia Civil, acompañando —se enfatiza— fotografías suficientemente significativas sobre esa transformación que, obviamente, no debe llevarse a cabo sino se cuenta con las correspondientes licencias como aquí sucede».