Reportaje | m. j. alonso
Lo que se come en Samos
El prior del monasterio lucense abrió ayer las Jornadas de Cocina Monacal organizadas por el restaurante Las Pallozas
Luis Fernández y el prior del Monasterio de Samos, Fray José Luis Vélez, ayer en Las Pallozas.
El arte de la cocina puede considerarse en no pocos casos un don divino, máxime si quien se arrima a los fogones es una persona que ha consagrado su vida a la oración. Algo así sucedió ayer en el restaurante Las Pallozas de Carracedelo durante la presentación de las ya tradicionales Jornadas de Cocina Monacal, surgidas con el ahínco de promocionar el vecino Monasterio de Carracedo y que cumplen ya siete ediciones.
Si el año pasado este encuentro gastronómico tuvo por colaboradoras a las monjas del Monasterio de Nuestra Señora de Guadalupe, en esta ocasión el arrimo llegó del mismísimo templo de Samos. Fue su prior, Fray José Luis Vélez, el encargado de abrir la velada haciendo un repaso a la cocina del Cluny y del Camino de Santiago, ruta a la que en esta ocasión están consagradas las Jornadas de Cocina Monacal. «Hemos querido dedicarlas al Camino de Santiago porque es la primera vez que, de forma oficial, pasa por el monasterio. En esta ocasión, degustaremos recetas del Monasterio de Samos», aseguró el propietario de Las Pallozas, Javier Fernández.
Las Jornadas de Cocina Monacal arrancan hoy y se mantendrán durante todo el mes de marzo. En el restaurante Las Pallozas se servirán comidas y cenas con platos tan suculentos como pastel de merluza y gambas, salmón al cava, bacalao con almejas, caldereta de cabrito o tarta de avellanas y piñones. Un total de cinco entrantes, cinco segundos y cinco postres a elegir por el comensal. Todo ello por 22 euros.
El periodista Javier Pérez de Andrés hizo de mantenedor de un encuentro al que también asistieron el comisario del Camino de Santiago en Castilla y León, Manuel Fuentes, el presidente del Patronato de Turismo, Jesús Celemín, el empresario vinícola José Luis Prada y el deportista Sergio Gallardo.