El Bergidum ofrece un drama sobre la violencia en las aulas de David Desola
«La charca inútil» protagonizada por el actor de la serie «Águila Roja» Adolfo Fernández, se estrena en Ponferrada el próximo sábado y fue premio Lope de Vega
El alumno sólo existe en la imaginación de su madre. El profesor que le da clases particulares es un hombre afectado por una agresión en las aulas que le ha hecho renunciar a la enseñanza. Este es el punto de partida de La charca inútil , la obra teatral que en el 2007 le valió a su autor, David Sola, el premio Lope de Vega, y que ofrecerá a los espectadores de Ponferrada el Teatro Bergidum en una única función programada para el próximo sábado 13 a las 21.00 horas (entradas a 15 euros, 12 para parados, jóvenes y pensionistas y descuentos del 50% en taquilla para grupos de al menos 15 estudiantes acompañados por un profesor).
La charca inútil es un drama sobre la locura «no como patología, sino como vía de escape, como refugio a una existencia insoportable», según ha señalado su autor, que se inspiró en dos hechos que le impactaron profundamente; la visión brutal de una profesor dando clases a un niño muerto y la paliza de un alumno a su profesor grabada por la novia del agresor y vendida a una cadena de televisión por 60 euros. «Hace muchos meses aparecieron en todos los telediarios unas imágenes escalofriantes, grabadas a muy baja definición con la diminuta cámara de un teléfono móvil: en ellas se veía a un profesor agredido, empujado y pataleado por un alumno en los pasillos de la escuela, ante la mirada del resto de la clase. Esas imágenes se las compró una cadena a la novia del agresor y luego fue comerciando con ellas, haciendo todo un espectáculo circense. Recuerdo que entonces pensé, ¿estamos todos locos?, ¿como puede saber si uno está loco cuando los que le rodean están tan locos como él?, ¿es posible que los únicos cuerdos sean aquellos que consideramos locos?», se preguntaba entonces el dramaturgo Desola.
La chaca inútil es, en opinión del critico Juan Ignacio García Garzón, «una hermosa comedia de fantasmas y con fantasmas que visita esos lugares donde el quicio de la realidad se difumina para mitigar un dolor irreductible, donde la afectividad amputada de dos extraños puede imaginar complementariedades».