Reportaje | m. j. a.
Graffiteros con conciencia social
Once de los 18 jóvenes pillados prestaron beneficio a la comunidad
Los graffitis se esparcen por toda la ciudad.
El graffiterismo es una de las prácticas urbanas más perseguidas por los agentes de la Policía Local, debido fundamentalmente a su proliferación. No son pocas las fachadas que amanecen marcadas con alguno de los dibujos de los que hacen denominarse artistas urbanos. Concepción muy distinta a la que tiene de ellos la sociedad.
Durante el 2009, dieciocho menores fueron identificados mientras dejaban volar su imaginación en alguno de los edificios de la ciudad, de los cuales once acabaron prestando beneficio a la comunidad. Labor que en la mayoría de los casos consiste en limpiar lo que han ensuciado. En este sentido juegan un papel importante los padres, que en muchos casos «creen que los culpables somos nosotros y que sus hijos son unos santos que nunca han roto un plato», aseguró el edil del área, Tino Morán.